Después de unas 25 llamadas sin respuesta, por fin suena la voz cansada de Mireia Belmonte -la mayor promesa del deporte femenino español- al otro lado del teléfono. Mireia acaba de volver de Croacia, donde el domingo se coronó campeona de Europa de los 400 estilos con récord mundial incluido. Va en el coche, procedente de un acto comercial y directa a un periódico, del que irá a radio y televisión.

¿Cuántos mensajes y llamadas ha recibido desde el domingo?

Habré recibido unos cien mensajes y el doble de llamadas telefónicas.

¿No agobia un poco?

Bueno, es lógico y ahora es lo que toca. Me gusta e intento coger todas las llamadas.

¿Le gusta la fama?

Sí, la verdad es que me gusta muchísimo.

Dijo que no esperaba batir el récord del mundo...

Ni mucho menos. Yo esperaba ganar la medalla de oro, pero no superar el récord.

¿Y si le dan a elegir entre la medalla y la marca?

Me quedo con el récord.

¿Le fastidia que le quiten importancia por ser una plusmarca conseguida en piscina de 25 metros?

Un récord siempre es un récord, nades en la distancia que nades.

¿Le tenías ganas a esa competición después de lo mal que fue en Pekín?

Tenía mucha ganas de demostrar mi calidad, que soy una buena nadadora, y lo conseguí.

¿Fue un fracaso lo que sucedió en los Juegos?

Para mí no. Pekín era una prueba para medirme, porque mi verdadero objetivo son los Juegos de Londres, en cuatro años.

¿Le dolieron las críticas?

Yo soy fuerte y me ayudan a seguir mejorando.

Es una nueva etapa, pero sí que me dolió. Él siempre había confiado mucho en mí.

Su compañera Villaécija cambió de club porque no le pagaban ¿se nota la crisis en la natación?

No mucho, porque en la natación nunca se ha movido mucho dinero.

Usted también cambió, llegó al Sabadell...

Me ofrecieron un proyecto a largo plazo muy duradero y estoy ilusionada. Llegué allí y parecía una crack del fútbol.

¿Vio el clásico del sábado ?

No, porque me tuve que acostar pronto.

¿Culé o merengue?

Neutral. La verdad es que soy poco futbolera, aunque a veces he echado una quiniela, pero no me ha tocado nunca.

¿Y esas uñas de color blanco que usó en la final?

Dedidí pintármelas así. Tienen la punta azul y repetiré en los Nacionales de este fin de semana en Madrid, a ver si me dan suerte.

¿Cómo pasará estas Navidades?

Como las últimas seis, entrenando en la piscina.

Suena aburrido...

Es lo que más me gusta hacer y estoy acostumbrada.

¿Reyes o Papa Noel?

Las dos, pero en mi casa sólo se hace Papa Noel.

¿Su primer regalo fue un bañador?

No, sería alguna muñeca.

¿Le da tiempo a comerse las doce uvas?

Sí, todos los años.

Y en Nochevieja...¿fiesta y cotillón?

Si el jefe me dejara...pero no creo. Me iré a la cama pronto.

¿Qué le pide a 2009?

Tener un año tan bueno como en 2008.

¿Y poder nadar al lado de Michael Phelps, como ya hizo en Pekín?

Aquello fue fantástico. Vaya tío el Phelps, levantaba olas por donde pasaba nadando. Con razón es el mejor del mundo y de la historia.

Usted nada estilos, como él, así que quien sabe si en un futuro puede imitarle...

Yo de momento me conformo con ser Mireia Belmonte.