Unos días después de los Mundiales de natación en Gwangju (Corea del Sur), la natación española ha tenido una nueva oportunidad de competir, aunque en un torneo de menor calado y relevancia: la Copa del Mundo de Tokio.

Estas nuevas series organizadas por la FINA han dado la oportunidad a varios nadadores a demostrar que lo visto en la cita mundialista no es todo lo que pueden dar a un año de los Juegos Olímpicos, caso de Mireia Belmonte.

Su decepcionante actuación en la piscina coreana quedó atrás y en Tokio ha logrado una plata en 800 metros libre, además con mejor marca personal del año, otra plata en 400 libre y un bronce en 400 estilos. Tres medallas que confirman que lo visto en Gwangju fue totalmente circunstancial.

Paralelamente, Joan Lluís Pons ha confirmado su buen estado de forma y tras el cuarto puesto en el Mundial en 400 estilos, firmó una plata en esa misma distancia. La mala actuación del equipo español en general en la cita anterior suscitó unas duras críticas del nadador mallorquín, enfocadas especialmente hacia la Real Federación Española de Natación y el trato de favor hacia Belmonte y su círculo interno.

Tras varios cruces de declaraciones, la RFEN ha querido mostrar una imagen de paz entre ambos con una foto que no es casual. Tras la última jornada de la Copa del Mundo en Tokio, compartieron una foto de Pons y Belmonte con sus últimas medallas.

Una imagen con la que se zanja, o esa es la intención de dicha instantánea, cualquier tipo de mal ambiente entre dos de los más firmes candidatos a presea olímpica en esta misma piscina, pero dentro de un año.