En un año con Juegos, el resto de las competiciones se relativizan por "exceso" o por "defecto", por integrarse dentro del proceso de preparación o por llegar después del máximo pico de forma previsto para la cita olímpica. Para Mireia Belmonte, más allá de todos los ajetreos festivos de sus dos platas en Londres y su parón vacacional, los Europeos de Natación en Piscina Corta (25 metros) que arrancan este jueves en Chartres (Francia), serán una cita inexistente tras su convulsa vuelta al trabajo.

La nadadora catalana, actual subcampeona olímpica en los 200 metros mariposa y los 800 metros libres, no se encuentra en la selección de nueve nadadores que acudirán a la cita gala. Una cuestión de tiempos y plazos. Con una pretemporada cuyo inicio se retrasó por su salida del Club Natación Sabadell y el final de la tutela del técnico Fred Vergnoux, Belmonte cambia Barcelona por Niza para ser entrenada por Fabrice Pellerin. El francés es el preparador de nadadores como Yannick Agnel o Camille Muffat.

En la lista sí aparecen Rafa Muñoz, Merche Peris o Marina García. "El equipo probablemente es una representación de nuestros mejores nadadores a nivel internacional, juntamente con los jóvenes que van llegando a ese nivel", indica el seleccionador Albert Tubella.

Belmonte tendrá que pensar en los Mundiales de Estambul, también en piscina de 25 metros, del 12 al 16 de diciembre. "La llamada 'temporada en piscina corta' es el inicio de la preparación para la competición en piscina olímpica. Haciendo un símil deportivo, no te va hacer ganarla, pero te la puede hacer perder", contextualiza Tubella.