Lionel Messi se mostró hoy contento por los tres goles que marcó en el triunfo (3-1) de Argentina sobre Suiza en Berna, en un partido amistoso que quedará para la historia como el de su primer "hat trick" con la selección nacional.

Era el partido número 68 de Messi con la albiceleste y hasta anoche sólo había marcado 19 goles, un registro escaso en comparación con su fertilidad goleadora con el Barcelona, donde ha anotado una docena de "tripletes" y está cerca de convertirse, con 24 años, en el máximo goleador de la historia del club catalán.

Ese rendimiento le ha convertido durante mucho tiempo en Argentina en "sospechoso" de falta de compromiso con la selección, pero partidos como el de hoy contribuirán a desterrar el debate y a consolidar el indiscutible liderazgo del Balón de Oro.

Sus tres goles del miércoles reflejaron a la perfección al jugador, al Messi que rompe la jugada en el centro del campo y combina antes de marcar, el que se aprovecha de un robo de balón para superar al portero en un uno contra uno y el que asume la responsabilidad y los galones, ejecutando el penalti que redondea la victoria.

A la salida de los vestuarios, el argentino dijo estar "muy contento, porque ganamos y porque estos tres goles son especiales, ya que son los primeros (el primer triplete) con la selección".

"Hacía mucho tiempo que tenía partidos en los que no llegaban los goles, pero yo sabía que iban a llegar. Me voy muy contento", reiteró el capitán argentino, que agregó que al margen de sus goles lo importante fue la victoria y la cohesión del equipo.

"Lo importante es que el grupo se está formando y haciéndose fuerte. Tenemos muchas cosas que mejorar, pero es bueno ganar para trabajar con tranquilidad", manifestó Messi.

Argentina volverá a jugar en competición oficial en junio, cuando se enfrente a Ecuador en la fase del grupo sudamericano de clasificación para el Mundial de Brasil 2014, en la que la albiceleste suma dos victorias, un empate y una derrota.