Argentina no ha podido pasar del empate frente a Islandia, en un partido que de antemano estaba marcado por la actuación de Leo Messi. Las esperanzas de éxito de la albiceleste pasan por lo que pueda hacer el genio del Barcelona, y frente al conjunto de Hallgrímsson se vio siempre muy encerrado, sin poder lucir su fútbol, y además fallando un penalti con 1-1 que hubiera podido darle el triunfo a su equipo.

Sampaoli le ubicó como mediapunta en un 4-2-3-1, aunque la elección de su doble pivote quizás dejó dudas con respecto a cómo alimentar a Messi. Con Mascherano y Biglia organizando el juego, Argentina estuvo bastante espesa, y no consiguió desbordar a la ordenada Islandia. Hay que darle, sin duda, un gran mérito a lo logrado por el conjunto europeo, pero en cualquier caso Messi y los suyos decepcionaron.

Argentina se mostró muy poco creativa, y Messi apenas pudo encontrar situaciones de remate con claridad. Es cierto que en el minuto 17 hizo una buena jugada arrancando desde el carril derecho, yendo dentro y sacándose un disparo que se marchó fuera por muy poco. Después de aquello, Messi estuvo bastante aislado, y sus intentos de disparo acabaron siendo bloqueados por la organizada defensa islandesa.

En el segungo tiempo, Argentina mejoró con las entradas de Pavón y Banega, y Messi jugó más cerca del área. La gran oportunidad para Leo Messi llegó en el minuto 64, cuando falló un penalti mal ejecutado. Lo intentó desde entonces, pero le costó encontrar ocasiones. La mejor llegó en el minuto 80, cuando su disparo se marchó rozando el palo. En el último suspiro tuvo una falta para buscar el tanto, pero su remate se marchó a la barrera para desesperación de Messi, que mostró su desesperación pegando un pelotazo cuando el árbitro señaló el final.