Gemma Mengual, que este miércoles se proclamó junto al resto del equipo español campeona del mundo de natación sincronizada combinada, cree que la "peor pesadilla" de España en el Mundial de Natación de Roma están siendo los jueces y no Rusia.

"La pesadilla de España son los jueces. Rusia no tiene la culpa, supongo. Eso quiero pensar. Bueno, los jueces... Ellos nos puntúan lo que quieren, pero vaya, se ve que, en general, la mayoría de la gente no está de acuerdo", afirmó la nadadora.

Mengual realizó estas declaraciones instantes después de concluir su ejercicio clasificatorio para la final individual de este jueves, en estilo libre, a la que la española llega con la intención de poder devolverle a la rusa Natalia Ishchenko el oro que ésta ganó en la rutina técnica hace dos días. "A ver si estos abucheos del final me sirven para algo mañana. Estaría bien", agregó Mengual.

"Si salimos más juntas, se apreciará más la diferencia, sobre todo la diferencia en la coreografía suya. Está 'supervisto' lo suyo y no hace nada nuevo. Creo que al nadar las dos juntas, eso lo valorarán", incidió.

"Se trata -añadió- de ir mejorando y avanzando, no de seguir haciendo el 'Lago de los cisnes' que me parece ya un poco antiguo. Que no es que sea fea la música, que a mí me encanta, pero hay que innovar un poco".

"Ha habido dos jueces a los que se les ha ido la perola"

Mengual, quien ejecutó un ejercicio con la música del "Yesterday" de los Beatles, recibió en el clasificatorio una puntuación global de 98.000, frente al 98.500 de la rusa, quien se movió en la piscina a ritmo del "Lago de los cisnes" de Tchaikovsky.

"Ha habido dos jueces a los que se les ha ido la perola, pero bueno ya sabéis. Han quedado retratados. Es ya lo normal de esta competición siempre hay dos que se descuelgan. No sé. Saldré como hoy a entregarme a toda la gente, que ha sido una pasada y eso para mí es muchísimo", declaró.

Tras el ejercicio, la nadadora aseguró sentirse "muy bien", aunque cansada físicamente, ya que apenas ha tenido tiempo ni de reponerse ni de celebrar el oro de esta mañana. "He acabado el oro y me ha tocado el (control de anti) doping a mí justamente, ¡qué casualidad! No he podido hacer ni mi entrenamiento con música que tenía. Ha sido un poco fuerte todo", apuntó.