[Opinión] 'Star Wars: Los últimos Jedi' tiene muchos haters (y eso es bueno)

[ENORMES SPOILERS] ¿Ha creado la película de Rian Johnson una guerra civil entre los fans galácticos? Tal vez lo haya hecho... y, con ello, haya despertado a la saga de su letargo
[Opinión] 'Star Wars: Los últimos Jedi' tiene muchos haters (y eso es bueno)
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Atención: este artículo rebosa con SPOILERS de Star Wars: Los últimos Jedi. Si aún no has visto la película de Rian Johnson, o no tienes intención de verla pero no quieres que te chafen la trama (que todo puede ser), no sigas leyendo. Y, si lo haces, no nos vengas luego con amenazas de bombardeo planetario o estrangulamiento Sith.

¿Tiene sentido que Rey (Daisy Ridley) no sea una Skywalker? ¿De verdad necesitábamos ir a ese planeta-casino con Finn (John Boyega) Rose (Kelly Marie Tran)? ¿Son esos momentos de humor a costa de Hux (Domhnall Gleeson) Poe (Oscar Isaac) un saludable adiós a la solemnidad, o meras bufonadas? ¿Se ha convertido Leia Organa (Carrie Fisher) en Mary Poppins? ¿De verdad tenía que morir Luke Skywalker (Mark Hamill)? ¿Ha arruinado Disney la franquicia galáctica? ¿Está rico el Porg asado? Star Wars: Los últimos Jedi ha despertado todas estas preguntas, y muchas más, entre el fandom de la saga. Preguntas que, por cosas del anonimato de internet y la crispación reinante, suelen plantearse en tono muy combativo y llevar aparejadas sus propias respuestas.

Así pues, tras pasar varios parsecs hundidos hasta las cejas en redes sociales, videoblogs y sitios de reseñas, podemos resumir diciendo que el filme de Rian Johnson es la entrega  de la saga con más detractores desde las precuelas. Y que eso, por raro que parezca, no es algo malo. Es más: dejando aparte su calidad objetiva, podríamos decir que esta batalla campal habla bien de la película y, en particular, del director. Aún en un fandom como este, tan propenso a alzarse en armas cuando le tocan un pelo a sus figuras emblemáticas, no es poco mérito haber causado una brecha tan profunda, la cual se ha abierto (¡ironía gorda!) justo en el 40 aniversario de la franquicia.

[Opinión] 'Star Wars: Los últimos Jedi' tiene muchos haters (y eso es bueno)

Para explicar esto, recordemos que la unanimidad crítica nunca ha existido en Star Wars. En 1977, el filme de George Lucas sufrió el legendario descuartizamiento a cargo de Pauline Kael en el New Yorker, mientras que el español Ángel Fernández Santos (nada sospechoso de apoyar ciegamente al cine de Hollywood) la defendía calurosamente tras haberla visto en Donosti. Ahora, las actitudes de la crítica con respecto al cine de género han cambiado, y la mayoría de las opiniones han sido abrumadoramente positivas. Lo cual no es óbice para que también podamos leer reseñas contrarias a la película, bien dentro de España, bien fuera de ella. Hablamos, eso sí, de análisis razonados con cuya lectura uno puede disfrutar aunque no comulgue con ellos: los denuestos de tipo urinario son, afortunadamente, minoría.

Pero estamos en 2017, y hay un nuevo factor en juego: ahora, la opinión sobre una película no es patrimonio exclusivo de los plumillas, y cualquiera puede convertirse en crítico a través de las redes sociales y las webs de rigor. Este fenómeno permite apreciar algo que (si bien sobrevalorado por los titulares) puede dar que pensar: debido a la famosa disparidad de puntuaciones en Rotten Tomatoes, con un 94% de críticas profesionales a favor y sólo un 56% de votos favorables de usuarios, el filme de Johnson parece haberse situado en una posición imposible. Verbigracia, una película de género que enamora a los profesionales y se pone al público en su contra. 

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¿De verdad es esto así? Pues más o menos, pero de forma muy matizable: algunas reseñas a las que Rotten Tomatoes marca como 'frescas' son, en realidad, tibias tirando a malas. También viene al caso la puntuación de IMDbdonde el filme luce un 7,9 de media (por debajo de la primera trilogía y de El despertar de la Fuerzapor encima de Rogue One y de las precuelas) y donde el análisis demográfico de rigor revela un dato interesante. Según la base de datos, el perfil del espectador más satisfecho con la cinta es... una mujer de menos de 18 años. Seguro que, desde el seno de la Fuerza, Carrie Fisher sonríe ante este último dato.

Asimismo, en IMDb podemos apreciar un fallo inherente a todo sistema basado en promedios: el porcentaje de votos superiores al 7 superan el 60%... pero también hay un 5,1% de usuarios que han puntuado a la cinta con un 1, lo cual hace que baje la puntuación. La española Filmaffinity muestra una proporción de votos más equilibrada (con mayoría de sietes y ochos), pero también una abundancia de notas mínimas. Quién iba a decir que Martin Scorsese (con quien Lucas tuvo sus más y sus menos en los 70, y por razones sentimentales además) iba a prevenirnos contra algo que, a la larga, ha acabado afectando también a Star Wars: los sistemas basados en cifras y promedios son peligrosos por su falta de matices, y nunca podrán sustituir a la argumentación de una crítica. Como decía Darth Vader, el terror tecnológico palidece frente a la Fuerza (del discurso).

Así está la cosa si nos centramos en numeritos, datos históricos y datos más o menos mensurables. Pero ¿y si nos lanzamos al turrón de los comentarios, los posts, los tuits, las críticas en YouTube y demás? Pues nos encontramos con un desparrame de opiniones contrapuestas. Una vez más, algunas de ellas (del signo que sea) son interesantes, aportan elementos de juicio, facilitan el diálogo entre amigos y followers... pero, cómo no, también hay muchísimas que se limitan, bien a cantar las alabanzas de la película, bien a hacerla picadillo con efusiones emocionales que a veces llegan hasta a las lágrimas. Ambas cosas son igual de inútiles a la hora de extender una valoración, pero sí hacen constatar una cosa: estamos ante una cinta que anima a tomar partido. Bien sea su labor un desastre épico, bien una cumbre, debemos reconocerle eso a Johnson, porque tamañas escisiones no suelen tener lugar ante un trabajo que es, a secas, mediocre.

Aún nos falta por escudriñar otra faceta de Los últimos Jedi: su aspecto político. En la era Trump, es inevitable que un producto pop sea diseccionado desde este ángulo, y aquí tenemos desde opiniones de derechas deplorando la abundancia de personajes femeninos y racializados (que, a su juicio, aparecen con calzador) hasta el Washington Post, nada menos, considerando el filme como un enorme sopapo al presidente de EE UU. Pero ya hemos hablado bastante: dejémoslo en que podemos romper una lanza a favor de Los últimos Jedi (insistimos: más como fenómeno mediático que como película) por hacernos hablar, discutir, opinar y meditar. Como decía Fritz Lang, "una buena película es la que te entretiene y, además, te da temas de conversación para hablar con tu mujer cuando sales del cine". 

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