El acuerdo para volver a ver a Conor McGregor y a Floyd Mayweather Jr. combatir juntos está mucho más cerca. Ahora la pelota está en el tejado del irlandés, que tiene problemas más acuciantes ahora mismo, pero que estudiará la propuesta... que es de todo, menos ortodoxa, según las normas clásicas de las artes marciales mixtas (MMA).

'Money' está dispuesto a subirse a un octógono para pelear con 'The Notorious' en su terreno. La revancha se está cocinando prácticamente desde el mismo momento en el que se bajaron del ring del T-Mobile de Las Vegas, pero aún quedan muchas variables que negociar. El editor de 'The Sports Journal' ha revelado que Mayweather está dispuesto a luchar, pero en un combate en el que no podrá haber patadas, codazos, rodillazos ni empujones para derribar al rival. Se permitirán luxaciones, estrangulamientos o puñetazos en el suelo, como el típico 'clinch' de los combates de la UFC. Usarán guantes de 4 onzas, en un combate a cinco asaltos de cinco minutos cada uno en la división de 155 libras.

Este combate de boxeo con agarres en una jaula y con guantes más pequeños, que es lo que en resumidas cuentas supone, puede convertirse en un acontecimiento deportivo de carácter mundial y cifras astronómicas. Sin embargo, la situación policial de McGregor ha hecho que, de momento, frenen el anuncio y se paralice la negociación.

En lo que están de acuerdo es que de esta pelea todos quieren sacar tajada. Por eso lo van a organizar de manera conjunta Mayweather Promotions, UFC y McGregor Entertainment. Queda por cuadrar lo más importante: el montante económico que se va a llevar cada uno y cuándo se va a disputar.