El campeón del mundo de MotoGP, Marc Márquez, ha aparcado este martes su Honda para ponerse al volante de un monoplaza de Fórmula 1. El piloto catalán ha tenido la oportunidad de conducir un monoplaza Toro Rosso, también motorizado por Honda, en el circuito austriaco Red Bull Ring, una experiencia que él mismo ha querido compartir en las redes sociales:

Márquez, quien antes de esta prueba estuvo probando el simulador de Fórmula 1 del fabricante austríaco, sorprendió con su rendimiento a los integrantes del equipo.

Esta iniciativa es el reconocimiento de Red Bull, patrocinador de Márquez, por los esfuerzos y buenos resultado conseguidos en el Mundial de MotoGP.

Tras el pasado GP de Italia de MotoGP, en el que Marc Márquez sufrió una caída y acabó decimosexto, el de Cervera visitó la sede de Red Bull y probó el simulador del equipo para tratar de adaptarse a las reacciones y frenadas del coche antes de completar este martes su primer test en el trazado austríaco.

Márquez estuvo asistido en todo momento por los miembros de la escudería y pudo recibir consejos por parte del asesor de la marca, Helmut Marko, y los ex pilotos y campeones del mundo Niki Lauda y Mark Webber.

"Es una sensación increíble pilotar este coche, especialmente en las deceleraciones y en la velocidad de paso por curva; ahora empiezo a sentir de nuevo mi cuello", exclamó Marc Márquez tras la prueba.

Dani Pedrosa, que no continuará como compañero de Marc Márquez el año próximo en el equipo Repsol Honda, tomará el relevo de su compatriota al volante del monoplaza en la jornada del miércoles, junto al italiano Toni Cairoli, nueve veces campeón del mundo y vigente titular en la categoría máxima MXGP.