En más de una ocasión, radiofónica o impresa, esbozó un futuro comentario en profundidad tras la finalización del juicio por la Operación Puerto. Un "cuando acabe todo hablaré". Pero el exdirector deportivo Manolo Saiz, tras haber sido absuelto este martes, ha señalado tras conocer la sentencia que no quiere "saber nada más" del caso ni acordarse "de nada".

Así lo manifestó en declaraciones a los periodistas en la sede del Juzgado de lo Penal número 21 de Madrid, donde le ha sido notificada la sentencia. Allí Saiz mostró su agradecimiento a su abogado, Ignacio Arroyo, a su familia y al ciclista Carlos Sastre por las palabras que tuvo para él cuando ganó el Tour de Francia en 2008. "Ha sido el único que se ha acordado de las cosas buenas de Manolo Saiz cuando ganó el Tour de Francia. En un momento difícil y ante toda la prensa internacional tuvo el valor de acordarse de mi y me siento muy agradecido", indicó.

Satisfecho igualmente se mostró Vicente Belda, quien también fue absuelto por la jueza Julia Patricia Santamaría de cualquier responsabilidad en la sentencia de la Operación Puerto.

"Después de siete años de tortura de leer y escuchar todo tipo de cosas, estoy satisfecho. Se ha llegado a decir de nosotros que somos una trama criminal". El director deportivo alicantino y ex ciclista, explicaba al abandonar las dependencias judiciales: "En mi interior estaba tranquilo, conforme, y confiaba en la Justicia".

Belda pidió que, una vez que las cosas han quedado "prácticamente claras", se pase página de una vez por todas. "Ahora ya ha pasado, así que pido por favor que se olvide. Han quedado prácticamente las cosas claras", sentenció.

La Federación Española de Ciclismo (RFEC) afirmó este martes que "respeta y acata" la sentencia de la Operación Puerto aunque "no puede mostrarse satisfecha ya que no se ha atendido la petición de entrega de las bolsas de sangre intervenidas en las actuaciones".

En un comunicado, la RFEC anunció que sus servicios jurídicos "procederán en los próximos días al estudio y valoración de la sentencia completa", que condena a un año a Eufemiano Fuentes como autor de un delito contra la salud pública y a cuatro meses a José Ignacio Labarta como colaborador necesario y absuelve a los otros tres acusados, Vicente Belda, Manolo Saiz y Yolanda Fuentes. Cabe recurso en los próximos diez días.

La RFEC, personada como acusación particular, era una de las partes junto a la UCI, la AMA y el CONI, que había pedido a la juez la entrega de las bolsas requisadas durante la investigación, por entender que "hubieran sido necesarias para la incoación de los correspondientes expedientes deportivos".

El exciclista Jesús Manzano, uno de los protagonistas del juicio en su condición de acusación particular, era uno de los más disgustados con la sentencia. Manzano, de hecho, la calificó como "una equivocación de la juez". En su día, ya apartado del ciclismo, y a golpe de exclusivas, él se convirtió en el principal denunciante dentro del panorama español de las prácticas dopantes del doctor Fuentes.

El exciclista madrileño, quien mediante su representante había solicitado dos años de prisión para los acusados, excepto para el exdirector Manolo Saiz, así como una indemnización de 180.000 euros por daños morales y secuelas físicas irreparables, se mostró disconforme con el fallo de la juez. "No sé si se ha equivocado la juez con esta sentencia. Para una sanción de 4.500 euros, y pudiendo seguir ejerciendo como médico, no hacía falta esperar siete años ni alargar el juicio dos meses".

Sobre la decisión de la juez de no pagarle la indemnización de 180.000 euros que solicitó el excorredor, por considerar que se había "ofrecido voluntariamente" a las prácticas médicas en sus equipo, Manzano mostró su total disconformidad. "¿Que me ofrecí voluntariamente? Lo que voy a pedir voluntariamente es la grabación de mi comparecencia. Dije bien claro que si no me ofrecía me echaban a la calle, por lo tanto no se puede hablar de voluntariedad. Para esta sentencia no hacía falta que me tuvieran cuatro  horas preguntándome cosas", señaló.