Nueva era en el balonmano español. La llegada de un nuevo presidente, Francisco Blázquez, trae consigo un nuevo seleccionador, Manolo Cadenas, todo un clásico de este deporte.
No tiene ante sí una tarea fácil el nuevo técnico. El listón es insuperable, pues llega a un equipo que acaba de proclamarse campeón del mundo y el relevo de Valero Rivera no será nada sencillo.
"Entro en un momento de éxito total tras una final histórica, pero nadie elige cuando entrar. Cuando te llama la selección acudes en cualquier circunstancia, me queda seguir intentando desde mi puesto de seleccionador mantener ese nivel", dijo Cadenas.
El objetivo del seleccionador es claro, "intentar que siga la inercia de ese nivel tan competitivo que se consiguió en el Mundial, seguir esa dinámica".
El objetivo de los Juegos Olímpicos de Río en 2016 está en el horizonte, pero aún quedan tres años y el leonés cree que se debe ir paso a paso: "Los Juegos son la culminación de una selección, pero cada paso es importante y hay que hacer un equipo competitivo que tenga opciones de ganar cualquier campeonato en el que participe".
Manolo Cadenas compatibilizará el puesto de seleccionador español con su nuevo cargo de entrenador del Wisla Plock polaco, y él mismo reconoce que no sabe como va a organizarse.
"Todavía no sé como me organizaré, sería bueno saberlo", admite el seleccionador con una sonrisa. Sin embargo, asegura que con la ilusión que tiene ante este nuevo reto, no será ningún problema: "Será difícil, pero cuando haces cosas que te gustan tanto, el tiempo que dedicas es mucho mayor que cuando haces algo por trabajo unicamente. El balonmano es una profesión pero para mí es más bien un hobby".
"Haré como si fuera un jugador que acude a la selección. Lo único que tengo que hacer distinto es que en las etapas en las que no hay concentraciones tengo que tener informes de los jugadores y un seguimiento individual. Con la tecnología que hay, será relativamente fácil", afirma el nuevo seleccionador español.
Pese al Mundial logrado por España hace apenas unos meses, el balonmano sigue sin tener el tirón necesario entre los aficionados y el caos de los horarios en las distintas competiciones hace difícil la fidelización del público. "Sería una buena idea un horario en el que todo el mundo supiese que cada dos semanas tengo un partido en casa, o los viernes por la noche. Horarios distintos a los de los demás deportes siempre puede ayudar", propone Manolo Cadenas.
Por último, quiso mostrar su apoyo al Ademar León, su antiguo club y que atraviesa una complicada situación económica:" Una ciudad que vive el balonmano como León, con una afición fiel en los momentos malos como está demostrando este año. Núcleos como León o como Valladolid no se pueden perder", sentenció.
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