Malcom Filipe Silva de Oliveira es desde la tarde de este martes nuevo jugador del Barcelona. El delantero se une así a la lista de brasileños que en los últimos años han copado la plantilla culé. La entidad presidida en la actualidad por Josep Maria Bartomeu siempre se ha caracterizado por tener un idilio con la presencia carioca. Y es que el extremo procedente del Girondins será el duodécimo brasileño que se vista de azulgrana en esta última década prodigiosa del Barcelona.

Dani Alves fue el primero. Procedente del Sevilla en el mercado estival de 2008, el lateral se convirtió en pieza clave del mejor Barcelona de la historia y en uno de sus jugadores más rentables. Una temporada después aterrizaría en Can Barça con más pena que gloria el defensa Henrique, quien apenas disfrutó de minutos.

En 2010, Laporta abandonaría la presidencia del Barcelona y lo sustituiría Sandro Rosell, buen conocedor del mercado sudamericano. Maxwell y Adriano fueron los primeros hasta la llegada del gran deseado del fútbol carioca: Neymar Junior. Año 2013 y el Barcelona daba un vuelco al mercado llevándose a una joya mundial.

Tras él, un polémico Douglas firmaría por cinco temporadas (solo estuvo una) y, con él, la sensación de que se estaba perdiendo tacto con las incorporaciones brasileñas. Le seguiría Marlon y después Paulinho, éste último de gran rendimiento tras no convencer su fichaje en un principio. Pero, sin duda, el más ilusionante llegaría meses después. Coutinho aterrizaba en el mercado invernal y con un rendimiento inmediato en apenas cinco meses se convirtió en el tercer máximo goleador del equipo.

Había motivos para ilusionarse de nuevo con la llegada de brasileños al equipo azulgrana y al ex del Liverpool le han seguido los dos últimos. Arthur Melo y Malcom Filipe. Ambos vienen a engrosar una lista con más luces que sombras y en la que se encuentran ilustres como Romario, Ronaldinho, Rivaldo o Ronaldo.