A la 'final' de Copa. Ni el miedo ni un Málaga demasiado contemplativo fueron suficientes para condenar al Real Madrid en La Rosaleda y los blancos finiquitaron la eliminatoria de octavos de final sin demasiados méritos ni apuros y con un tanto del suplente Benzemá, regalado por Caballero (0-1, resultado general 2-4).

Mourinho, temeroso del escaso espacio de reacción frente al abismo y de las dudas en defensa sufridas en el Santiago Bernabéu (un gol clasificaba a los locales), echó el cierre con un 'trivote' en el centro del campo —Lass, Xabi Alonso y Khedira— y regaló 45 minutos de césped a Kaká, junto a Cristiano e Higuaín, demostrando una vez más que su talento se apagó tiempo atrás y que no deja de ser un nómada sin balón. Mientras, Özil en el banquillo y Sahin y Granero, en Madrid.

Pese a todo, los blancos salieron predispuestos a aprovechar las facilidades del Málaga durante los primeros quince minutos hasta que el Málaga, encerrado en su campo y a la espera de una llegada letal a la contra de Eliseu, Seba Fernández o Isco, decidió dar la cara.

Lo intentó primero el brasileño con un disparo seco y fuerte con la zurda, lejano, pero su balón se marchó desviado. Y asustó también casi de corrido Seba, de cabeza demasiado alto, gracias en parte a la conquistas rápidas de los malaguistas por el flanco de Coentrao. El filón de esta noche.

El Madrid no fluía, entre tanta pierna y tan poca banda, y para colmo perdía a Khedira en la única llegada clara por el carril izquierdo, que concluyó con un disparo repelido por Willy Caballero y con el mediocentro fuera del campo. Özil sustituyó a su compatriota al filo del descanso y Sergio Ramos tuvo la más clara de la primera parte, con un remate de cabeza desde el área pequeña que se marchó directamente fuera.

El Málaga pudo ser un problema para los madridistas en el descuento, con un remate algo escorado de Eliseu nuevamente, pero Casillas estuvo acertado.

Kaká, por fin, dejó su hueco a Marcelo en la reanudación y el Real Madrid ganó algo de profundidad, aunque el peso y el equilibrio táctico empezó marcándolo el Málaga, con otro disparo de Eliseu tras una rápida llegada.

Cristiano, desaparecido hasta entonces, se dejó ver junto a Özil y se topó de bruces con el talento de Caballero —desbarató un cabezazo desde dentro del área— e Higuaín remató en plancha una jugada que acabó en gol, pero que no subió al marcador por fuera de juego. El argentino, desafortunado esta noche, dejó paso a Benzemá y éste tardó tres minutos en robarle de un plumazo la habilidad a Willy: disparo flojo, centrado y balón a la red. Misticismo puro.

Sin resistencia, Arbeloa complicó la situación al ver la segunda amarilla por un codazo (no jugará en la ida de cuartos) y Caballero se animó a resarcirse con el segundo vuelo ante otro cabezazo de un insuficiente Cristiano.

Ya en el descuento, Mathijsen no atinó a certificar el empate demostrando que el Málaga tuvo demasiado miedo. Al limbo los octavos y, en una semana, un 'clásico' en el Santiago Bernabéu, siempre y cuando Osasuna no se adhiera ante el Barça a los milagros 'made in Mallorca'...

0.- Málaga CF: Caballero; Sergio Sánchez, Demichelis, Mathijsen, Monreal; Sebastián Fernández (Rondón, m. 67), Toulalan, Cazorla, Eliseu (Maresca, m. 75); Isco (Buonanotte, m. 75) y Van Nistelrooy.

1.- Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Lass, Xavi Alonso, Khedira (Ozil, m. 43), Cristiano Ronaldo; Kaká (Marcelo, m. 46) e Higuaín (Benzemá, m. 68).

Goles: 0-1, M.71: Benzemá.

Árbitro: Pérez Lasa (Comité Vasco). Mostró tarjeta amarilla al malaguista Demichelis (m.43) y a los jugadores madridistas Lass (m. 17), Arbeloa (m. 30) (m.88) y Sergio Ramos (m. 89).

Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio de La Rosaleda de Málaga ante unos 27.000 espectadores.