A pesar de ser el primer equipo español con avión propio, la Saeta blanca, así se bautizó al MD-83 adquirido por el club blanco, no cumple los deseos de la plantilla del Real Madrid.

Los ruidos que provoca el aparato, con más de 20 años, provocó ayer, tras la derrota en Alemania (3-2), que el Real Madrid tuviera que hacer noche en Bremen, lo que, aunque no se reconozca, no sentó nada bien al vestuario blanco.

El avión madridista no tenía permiso para despegar la misma noche del encuentro del Aeropuerto Internacional de Bremen por sobrepasar el límite de ruidos que la reglamentación alemana permite para los vuelos nocturnos.

Mosqueo como en Atenas

En el anterior encuentro europeo del equipo blanco, en Atenas, los de Bernd Schuster pernoctaron por primera vez desde que el Madrid disputa la Champions, solamente había hecho esto después de ganar las finales de las ediciones de 1998, 2000 y 2002.

Esta nueva iniciativa no sentó nada bien a la plantilla, que se quejaron de no poder conciliar el sueño, de tener que madrugar a la mañana siguiente para volar a Madrid, y que provocaron que el entrenamiento en Valdebebas tras el partido se desarrollara bajo el cansancio y las malas caras.

Hoy se volverán a ver las mismas caras de desidia en las instalaciones blancas.