El Real Madrid niega, a través de un comunicado oficial, que sus empleados estén siendo investigados por la brigada de la policía municipal ante la presunta reventa de entradas del partido que el club blanco disputará mañana ante el Roma, de la Liga de Campeones.

El club que preside Ramón Calderón responde así a la "información aparecida en algún medio de comunicación" que apunta a que sus empleados están siendo investigados ante la eventualidad de que puedan facilitar entradas del partido Real Madrid-Roma para su reventa posterior.

En su nota, el club "lamenta profundamente que se señale a los empleados del Real Madrid como potenciales sujetos activos de una actuación ilegal y que se siembre, de forma gratuita e injustificada, la sombra de sospecha sobre su recta actuación".

Además, añade que el "Real Madrid tiene la absoluta convicción de que todos y cada uno de sus empleados están actuando de manera correcta en defensa de los intereses del club".

También asegura el comunicado que, en el caso de que los sistemas internos de control del Club detectaran alguna irregularidad, "se tomarían las medidas disciplinarias acordes a la gravedad de la misma" y recuerda que, hace medio año, creó "un grupo de trabajo para la detección y seguimiento del fraude, que vela por los derechos de la entidad y, por ende, en defensa de los derechos de los socios".