La eliminación del Real Madrid en los octavos de final de la Champions a manos del Roma no sólo se ha convertido en un fracaso deportivo, sino también económico.

El equipo diseñado a base de talonario por el técnico, Bernd Schuster, y el director deportivo, Pedja Mijatovic, en el que se invirtió en verano más de 110 millones de euros de un presupuesto mayor a 300, ha perdido alrededor de 20 millones de euros debido a su precipitado adiós europeo.

La UEFA premia con 2,5 millones de euros el pase a cuartos, con tres las semifinales y con cuatro la final. Además, el máximo organismo del fútbol europeo añade por ganar siete millones más y una bonificación variable, que podría rondar los 3,5 millones.

Por contra, el club blanco sólo ha ingresado unos diez, que se reparten entre un fijo que da la UEFA (3 millones de euros), los seis partidos disputados de la liguilla previa (2.400.000 euros) –donde la victoria se paga aparte a 600.000 euros y el empate a 300.000–, más 2,2 millones por clasificarse para los octavos de final. Pero lo que más le duele al madridismo es el nuevo intento frustrado por alcanzar la décima Copa de Europa, que se resiste desde 2002.

Nunca en su historia el Real Madrid había caído cuatro veces seguidas en octavos de final. Un pobre bagaje para un conjunto que suma nueve títulos, tres finales perdidas y nueve semifinales.