El Madrid no convence ante el BATE (2-0)

Raúl se lamenta en el Bernabéu. (EFE)
Raúl se lamenta en el Bernabéu. (EFE)
EFE
Raúl se lamenta en el Bernabéu. (EFE)

Sencillo comienzo para el Real Madrid en su estreno en la Champions 2008/09, al que le bastaron 20 minutos de buen fútbol para doblegar al BATE bielorruso.

El conjunto blanco campó a sus anchas durante los primeros composición. Sin oposición alguna, los pupilos de Schuster buscaron sentenciar por la vía rápida. Van Nistelrooy y Guti pisaron con peligro el área de Veremko en los mejores minutos del Madrid en todo el partido.

El gol no se hizo esperar mucho tiempo más: un córner sacado en corto llegó a los pies de Guti, que asistió magistralmente a Sergio Ramos para hacer el 1-0.

Con el tanto, el Madrid optó entonces por la ley del mínimo esfuerzo para ganar, consciente de que la ventaja era suficiente ante un rival que no era el Deportivo ni el Numancia y que no hacía daño ni a balón parado, el gran talón de Aquiles de los blancos.

De ahí al descanso, lo más noticioso fue la lesión de Gago. Al Madrid le debió dar vergüenza la imagen que ofreció a los aficionados en la recta final de la primera parte y se entonó algo más tras el descanso. Con muy poco, los blancos anotaron su segundo gol, obra de Van Nistelrooy después de aprovechar un rechace del meta bielorruso a disparo de Raúl.

Ficha técnica

2 - Real Madrid: Iker Casillas; Sergio Ramos, Cannavaro, Heinze, Marcelo; Gago (Diarra, m.35), Guti (Higuaín, m.68), Van der Vaart; Robben (Drenthe, m.61), Raúl y Van Nistelrooy.

0 - Bate Borisov: Veremko; Khagush, Rzhevski, Sosnovski, Yurevich; Sivakov, Likhtarovich (Volodko, m.58), Nekhaychik, Kryvets, Stasevich; y Mirchev (Kazantsev, m.63).

Goles: 1-0, m.10: Sergio Ramos. 2-0, m.57: Van Nistelrooy.

Árbitro: Alain Hamer (LUX). Mostró cartulina amarilla a Kryvets por el Bate. Expulsó por doble amarilla a Khagush en el minuto 62.

Incidencias: partido correspondiente a la primera jornada del Grupo H, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 68.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio y los dos equipos portaron brazaletes negros por el fallecimiento de Heinz Fahnler, delegado austríaco de la Uefa designado para el encuentro.

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