Un ataque de Alberto Contador en el Col de Lilla, cercano a meta en una jornada de casi 220 kilómetros, revolucionó el final de la quinta maratoniana etapa de la Volta a Catalunya, en la que se impuso el esloveno Luka Mezgec y Joaquim Purito Rodríguez retuvo su liderato.

En la meta de Valls, donde los intentos de Contador, del danés Jakob Fuglsang o de algún elementon del Garmin-Sharp no se salieron con la suya, la victoria se dirimió al sprint en un pequeño grupo en el que, otra vez, el más rápido fue Mezgec.

El velocista del Giant-Shimano, ganador de las dos primeras etapas, no desaprovechó los preparativos de llegada de un par de compañeros, aunque los últimos esfuerzos fueron de Rigoberto Uran para su compañero Julian Alaphillippe. Cuando se lanzó hacia la meta no encontró ninguna oposición rival real.

Contador también se involucró en la llegada pensando en las bonificaciones. Al final el madrileño del Tinkoff-Saxo concluyó en la sexta posición.

Por otro lado, el eslovaco Peter Sagan (Cannondale) se anotó su tercera gran clásica flamenca  (en 2013 venció la Flecha Brabançona y la Gante-Wevelgem), posiblemente su mejor triunfo en Flandes, al imponerse en el E3 Harelbeke dentro del cuarteto de ciclistas que abrió la carrera en los últimos kilómetros.

Esta magnífica carrera, que bebe de los mismos muros empedrados y tramos de pavé del Tour de Flandes, es la sexta dentro del calendario WorldTour.

Sagan, que se aprovechó de la selección definitiva que hizo Geraint Thomas en el Oude Kwaremont y se benefició de una caída que retraso al suizo Fabian Cancellara (ganador en 2013), batió en el sprint al holandés Nicki Tepstra (Omega Pharma-Quick Step), al británico Geraint Thomas (Sky) y al belga Stijn Vandenbergh (Omega Pharma-Quick Step).

Cancellara, eso sí, dejó muestras de su potencia al intentar un contraataque desesperado, con la cabeza carrera a más de 40 segundos, que desgranó el grupo en el que rodaba.