Luis Aragonés: el 'sabio de Hortaleza' se marcha por la puerta grande

  • Es el seleccionador español que más victorias ha logrado: 38.
  • Ha tenido que superar críticas por el juego y por no llamar a Raúl.
  • Con este triunfo de España, Aragonés sale por la puerta grande.
  • ESPECIAL Eurocopa.
Luis Aragonés, seleccionador español de fútbol (REUTERS).
Luis Aragonés, seleccionador español de fútbol (REUTERS).
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Luis Aragonés, seleccionador español de fútbol (REUTERS).

"Hay un amigo mío que dice todo lo que pasa conviene. Ha merecido la pena todo por estar en una final". Así resumía Luis Aragonés (Madrid, 28 de julio de 1938) un ciclo, el suyo, al frente de la selección española de fútbol. Un ciclo que ha acabado hoy con Aragonés como el entrenador que más victorias ha logrado al frente de la roja: 38 en 54 partidos. A punto de cumplir 70 años, el ex del Atlético de Madrid era el seleccionador más veterano de la presente Eurocopa.

Aragonés llegó al cargo en julio de 2004, en sustitución de Iñaki Sáez, y con un extenso currículum de treinta años por los banquillos de la Liga. Era el hombre ideal, por experiencia y por prestigio. Hubo consenso en la Federación a la hora de ficharle. En la calle, no tanto. Se creía que este nombramiento le llegaba tarde. "Demasiado mayor", se dijo. Debutó con un triunfo, la victoria de España frente a Venezuela (3-2) en agosto de ese año.

Con el tiempo, ciertas salidas de tono le generaron numerosas críticas. Célebre fue su arenga, en octubre de 2004, a José Antonio Reyes. Aragonés se refirió a Henry, por entonces compañero suyo en el Arsenal, como "el negro"; media Europa cargaría contra sus palabras y criticaría su actitud racista. "Debo cuidar a mis jugadores y buscar la forma de sacar lo mejor de ellos. No soy racista, me considero un ciudadano del mundo y tengo muchos amigos negros (como Samuel Eto'o, Finidi,...). No creo que nadie se lo tome mal ya que nunca quise insultar ni despreciar a nadie", defendió.

Irlanda, punto de inflexión

En 2006, en el Mundial de Alemania, la ilusión de la afición fue frenada por Francia en los octavos de final y Aragonés quedó muy cuestionado: cambios de sistema, un entorno problemático.... Allí, en tierras germanas, enunció otra frase mítica: la de que no le cabía "el bigote de una gamba" en su "retaguardia".

Su descrédito fue a más tras el segundo partido para la fase de clasificación de esta Eurocopa. La roja cayó (3-2) con Irlanda del Norte. El técnico anunció su marcha, pero reculó para seguir en el banquillo. "La Federación no aceptaba para nada la dimisión. Me he ido dos veces, pero no me han dejado", explicaba el madrileño en septiembre de 2006.

Siguió en el cargo y, entre sus sempiternos "y tal" y sus gestos, la primera consecuencia fue la de no volver a convocar a Raúl, otro de los momentos que más antipatías le generaron. En las diferentes convocatorias fue varias veces criticado por ignorar al delantero del Real Madrid.

Raúl y Aragonés acabaron dando una rueda de prensa conjunta en febrero de 2008. La idea, transmitir que no había problemas entre los dos, como se había rumoreado. La prensa fue casi unánime: el encuentro fue una pantomima.

El nacimiento de un bloque

La roja, mientras, encadenó una buena racha y se clasificó para la Eurocopa, cita a la que llegó con 16 partidos, entre amistosos y oficiales sin perder. Un buen momento que encontró continuidad dentro del torneo continental: 6 partidos sin perder, ganando 5 y empatando 1.

Fue en esta fase en la que llegó la apuesta de Aragonés por potenciar el centro de campo y trabajar en un bloque, un esbozo que ya se vió en el Mundial de Alemania y se confirmó en el decisivo partido ante Dinamarca, en octubre de 2007. La roja se jugaba aspirar a la Eurocopa y convenció con su apuesta por el toque y un sistema: el 4-1-4-1. Un inicio casual: las lesiones de Villa y Torres obligaron a Aragonés a reforzar el centro del campo.

El técnico, por su lado, moderó sus salidas de tono; antes, en enero, llegó a encararse con el periodista Alfonso Azuara en Onda Cero. El fútbol le acabo dando un respaldo que no había logrado con algunas de sus decisiones: España alcanzó su primera final en 24 años.

Luis Aragonés logró lo mismo que, en su día, hiciesen al frente de la selección Pepe Villalonga (en 1964) y Miguel Muñoz (en 1984): alcanzar una final. Y deja la sensación de que hay un bloque cuyos mimbres no conviene deshacer. Que tome nota Vicente del Bosque, su posible sustituto. Y Aragonés que cumpla: "Si gano la Eurocopa prometo hacer el Camino de Santiago", dijo en Tengo una pregunta para usted, de Televisión Española.

Se marchará al Fenerbahçe turco la próxima temporada. Antes, toda la expedición le manteó. Porque buena parte de este título es suyo.

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