Entre los que se pasaron el día mirando al cielo, entrando y saliendo de la pista, estuvieron Juan Carlos Ferrero y Tommy Robredo. El primero jugaba contra el estadounidense Amer Delic y perdía 4-3 cuando la pista comenzó a mojarse. Mejor le iba a Robredo, que superaba al argentino Sergio Roitman por 6-3, 6-4 y 2-1 antes de marcharse al vestuario anticipadamente.

La lluvia no respetó tampoco al número uno, Roger Federer, con billete de ida vuelta pista-vestuario. El suizo tenía encaminado su partido ante el estadounidense Russell (6-4 y 4-1), pero el agua le echó por tierra la victoria.

Cuidado con Del Potro

Visto lo visto, es difícil asegurar que hoy pueda debutar Rafa Nadal, que ayer se entrenó a pista cubierta para desesperación de cientos de aficionados y fotográfos que se pasaron el día buscándole. El mallorquín se estrena ante el argentino Juan Martín del Potro, gigante de casi dos metros que buscará el milagro.

Consolas, siestas, tertulia...

Los tenistas luchan de distintas formas contra el tedio que supone la lluvia y que les impide jugar en Roland Garros por el momento. Los hay que aprovechan la consola para ensayar sus mejores golpes en los videojuegos; otros optan por la siesta o por charlar en tertulias, y hay otro grupo, en el que está Nadal, que aprovecha para entrenarse más si cabe.