La victoria de Rafa Nadal en el Abierto de Australia paralizó al mundo por muchos motivos. Uno de ellos, extradeportivo. Las lágrimas de Roger Federer por haber perdido dieron la vuelta al mundo, conmoviendo a más de uno. Era un llanto descontrolado, sin consuelo.
Pero si echamos la vista atrás, otros deportistas han derramado más de una lágrima. Ya sea por un fiasco deportivo, ya se por una lesión grave, pocas estrellas se han librado de ese sentimiento, tan unido al mundo del deporte. Sobre todo, al fútbol.
El fútbol, de hecho, nos ha dejado imágenes difíciles de olvidar.
Un claro ejemplo es el de Maradona. El 'Pelusa' no pudo contener su emoción tras perder la final de 1990 contra Alemania en el Mundial.
Lágrimas también las de Roberto Baggio y Cristiano Ronaldo. Uno tras perder -y fallar un penalti- en la final del Mundial de 1994, y el otro por caer en la final de la Eurocopa de Portugal, 'su' Eurocopa. Y las de los jugadores del Bayern, tras perder lamentablemente la final de la Champions ante el Manchester United.
Nada que ver con un fiasco deportivo es lo que le pasó a Ronaldo. El brasileño, cuando era jugador del Inter, se lesionó de gravedad. Sus gestos de dolor extremo y sus lágrimas conmocionaron al mundo entero.
Desdicha en el deporte español
Pero si hay algo que no emociona más si cabe, es ver a los nuestros llorar. Y para muestra un botón.
Lágrimas en fútbol, sobre todo. Un deporte maldito, acompañado de llantos, hasta el pasado verano, con la victoria en la Eurocopa.
Nadie podrá olvidar el llanto desconsolado de Luis Enrique por el codazo de Tassoti. Al fin y al cabo, Italia nos echaba del Mundial de Estados unidos. Otro que lloró fue Joaquín, tras fallar el penalti ante Corea, que nos dejaba KO en el Mundial de 2002. Al igual que Cesc (uno de los héroes de Austria), que no pudo contener la emoción tras la derrota de España ante Francia en el Mundial de Alemania.
Tampoco la imagen de Santiago Cañizares, derrotado y hundido cuando el Valencia perdió -por segundo año consecutivo- la Copa de Europa, esta vez ante el Bayern.
Pero no sólo el fútbol entiende de lágrimas. Nuestros chicos del baloncesto también nos emocionaron con sus llantos. Gasol y compañía demostraron que son humanos tras la derrota ante Rusia en el Eurobasket de Madrid 2007.
Deporte. Espectáculo. Emociones encontradas. De la alegría al llanto en un segundo.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios