Inzaghi embellece la revancha del Milan

Filippo Inzaghi del Milan celebra su gol contra el Liverpool. (Efe)
Filippo Inzaghi del Milan celebra su gol contra el Liverpool. (Efe)
EFE/GEORGI LICOVSKI
Filippo Inzaghi del Milan celebra su gol contra el Liverpool. (Efe)

Si el fútbol sólo premiase a los que trabajan y se esfuerzan, el Liverpool debería haber levantado otra Copa. Pero la suerte y la audacia también cuentan. El Milan, con maestría, supo decantar un partido y tomarse la revancha de la final de hace dos años. El duelo acabó 2-1.

Esta vez no brilló Kaká ni Gerrard, sino Inzaghi. La fortuna hizo adelantarse al Milan en la primera parte y luego no perdonó en la segunda. Fue un partido con poco fútbol de altura, aunque muy luchado. La emoción estuvo al final, con el 2-1 a falta de pocos minutos.

Pero esta vez a la remontada le faltó tiempo. Dominó sin eficacia y sin pegada el Liverpool y fue más inteligente el Milan. A Benítez le faltan goleadores de garantías, algo de lo que el Milan anda sobrado.

Duelo trabado de estrellas

El partido comenzó muy tenso, sin apenas respiro, con el Liverpool imponiéndose en lo táctico y con un peligroso Milan a la espera. El esquema de Benítez, con un Xabi Alonso y Mascherano dominando el centro del campo, empezó a dar resultados pronto.

Gerrard puso en aprietos a Dida y, después, Xabi Alonso lo intentó con un tremendo disparo lejano. Pennant, por la banda derecha, también llevaba peligro.

Aunque los italianos no estaban asustados. Dominaban menos el balón pero arriba tenían a Kaká, el más activo en la primera parte. El brasileño también probó de lejos, pero el Liverpool cerraba bien los espacios.

El Liverpool tocaba rápido, pero se acababa la primera parte y las ocasiones eran escasas. Parecía que el primero en marcar se llevaría la final, había mucho respeto en ambos conjuntos y el fútbol distaba mucho de ser brillante.

Dida lo pasó mal

Kuyt tuvo quizá la mejor oportunidad en la primera mitad. Disparó dentro del área tras un pequeño despiste de la defensa italiana, concretamente de Maldini, pero su tiro tocó en un zaguero y se fue fuera. Se desesperaban los ingleses, la partida parecía suya pero no se decantaba.

Mientras, Gattuso hacía de las suyas y se llevaba una amarilla por una fuerte entrada y se decía de todo con Zenden. Pero el gol no llegaba en un espectáculo un tanto gris. La fortuna tuvo que decidir antes del descanso.

Un gol con suerte para el Milan

Una falta cerca del área lanzada por Pirlo provocó el gol. Y eso que lanzó mal, por un lado de la barrera, pero golpeó a Inzaghi en el cuerpo e hizo que se desviara de forma mortal para la meta de Reina.

Al portero español le pilló totalmente a contrapié y no pudo reaccionar. Caras largas entre los ingleses poco antes de irse al vestuario, que merecían algo más que los de Ancelotti.

Complicada segunda parte

El Milan con ventaja es otro Milan y buscaba el contragolpe. Pero Benítez también aleccionó a los suyos, más presión arriba, casi hasta la última línea defensiva y derroche físico para recuperar el balón.

El Liverpool seguía dominando y el Milan intentaba buscar errores o precipitaciones en la zaga inglesa. Y empezó a encontrarlos, sólo el juez de línea evitó el segundo ya que Seedorf y Kaká recibieron un pase solos delante del portero en posición legal.

Caracoleaba Inzaghi mientras Benítez se devanaba los sesos, el Milan estaba muy cómodo, tal y como quería tener el partido. Kaká también buscaba las cosquillas intentando driblar.

El Liverpool seguía tan impactado por el primer gol que sólo lo intentaba y empezaba a hacer mella el cansancio. La defensa, cada vez más sola, recurría a alguna falta descarada para parar a Kaká.

Gerrard tuvo el empate en sus botas

Un error garrafal de Gatusso dejó el balón muerto al capitán inglés, que avanzó rápidamente por la izquierda y conectó un buen disparo por bajo. Sólo los reflejos del veterano Dida impidieron el empate. El estadio cantaba el gol.

La jugada pareció envalentonar al Liverpool, sólo necesitaban llegar y acertar. El esfuerzo de Xabi Alonso era clave. Riise, con un zurdazo, dejaba claro 20 minutos antes del final que había partido. Poco después, otro tiro de Gerrard.

15 minutos antes del final salía Crouch por Mascherano, Benítez se la jugaba ante un Milan que buscaba llegar con rapidez, un par de cabalgadas de Kaká lo dejaron más que claro.

Sentenció Inzaghi, pero hubo esperanza

Y llegó el gol del 2-0. Kaká dio un pase en profundidad que dejó a Inzaghi frente a Reina. Se escoró a la derecha con un quiebro impecable y sentenciaba al Liverpool que, siguió intentándolo.

Por eso, en un saque de esquina tuvo su recompensa, aunque faltara poco. Peinaron el balón y Kuyt, muy cerca de la portería, lo metió. 2-1 y con algo de tiempo que aprovechar.

La euforia se apoderaba del Liverpool sin apenas tiempo para remontar. Sí olió a Estambul, pero no hubo opciones.

La fiesta era ‘rossonera’. Maldini conquistó su quinta Copa de Europa, quizá no la última porque jugará otro año y el Milan es un rey con una corona plagada de estrellas, tanto las veteranas como las nuevas.

Benítez, quemado con el árbitro

Se concedieron tres minutos de descuento, pero el colegiado decidió terminar el partido con 2:45 minutos. Además, había un cambio, con lo que al menos medio minutos sí pudo conceder. Benítez estaba muy enfadado, tras el duelo se dirigió al colegiado señalándole el reloj.

"La actuación arbitral ha dejado mucho que desear", comentó.

Ficha del encuentro:

2. AC Milan: Dida; Oddo, Nesta, Maldini, Jankulowski (Kaladze, min. 79), Gattuso, Ambrosini, Pirlo, Seedorf (Favalli, min.92); Kaká e Inzaghi (Gilardino, min.88)

1. Liverpool: Reina; Finnan (Arbeloa, min. 88), Carragher, Agger, Riise; Mascherano (Crouch, min. 78), Xabi Alonso, Gerrard, Zenden (Kewell, min.59); Pennant y Kuyt.

Goles: 1-0. Min. 45. Inzaghi abre el marcador tras tocar en la barrera una falta lanzada por Pirlo. 2-0. Min. 82. Inzaghi, dribla a Reina, y aumenta la cuenta. 2-1. Min. 89. Kuyt, de cabeza.

Árbitro: Herbert Fandel (Alemania). Mostró cartulina amarilla a Gattuso (40'), del Milán y a Mascherano (58') y Carragher (60'), del Liverpool.

Incidencias: 64.000 espectadores llenaron el estadio Olímpico de Atenas.

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