
La escasa concentración del Barça, o quizás el estado de shock por el resultado, se vio reflejado en el cuarto gol del Liverpool, el que a la postre fue decisivo para que los azulgrana se quedaran fuera de la Champions.
En un córner a favor de los reds, Alexander-Arnold disimuló como si no fuera a sacar, sí que lo hizo y pilló desprevenidos a todos los jugadores culés, que ni siquiera estaban mirando el balón.
Origi, a placer, solo tuvo que fusilar a un Ter Stegen que también estuvo despistado y que después no pudo hacer nada para evitar el gol.
Esto ocurre en la élite del fútbol . Ningún defensor mira el balón . Difícil de explicar pero más difícil de digerir para un entrenador que seguro habrá repetido a lo largo de su carrera más de mil veces aquello de nunca dejes de mirar el balón . pic.twitter.com/kIheYHxMtV
— Miguel A. Portugal (@maportugal55) 7 de mayo de 2019
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