Con el 1-1 de la ida, el conjunto de Lotina no se podía confíar, un gol en contra lo dejaba fuera, e intentó poner cerco a la portería checa. Sin embargo, el equipo centroeuropeo pronto frenó el ímpetu local y llegó a asustar a la grada de Mont-
juïc en alguna llegada peligrosa.

 

Fue a diez minutos para el final cuando Fredson rompió las tablas y encarriló definitivamente la eliminatoria. En el tiempo añadido, Jofre se apuntó el segundo tanto espanyolista. Las gradas de Montjuïc mostraron un aspecto muy pobre.