Después de diez partidos, tras disputar la undécima jornada entre semana y la novena entre el sábado y el domingo, la clasificación de la Primera División comienza a ordenarse conforme a lo previsto, salvo en su cabeza.

Es Osasuna un invitado imprevisto, que aún resiste por delante del Barcelona y del Real Madrid, de acuerdo al plan diseñado por su técnico, Javier Aguirre. El entrenador mexicano está convencido de que el comienzo de temporada, cuando los "grandes" aún están ajustando su juego, es el mejor momento para sumar.

Se ha fijado la meta de 42 puntos y hacia ella se encamina a toda velocidad, porque ya tiene la mitad. Mientras tanto, disfruta del momento. En la consecución de sus últimos tres puntos, tuvo mucho que ver un Espanyol en horas bajas, con su técnico, Miguel Angel Lotina, en entredicho y que se vio penalizado por la desastrosa actuación del meta Carlos Idriss Kameni.

El guardameta camerunés convirtió en gol un centro de David López (m.28) y dio una patada al aire, propiciando la jugada del segundo tanto, marcado por Muñoz (m.70). Segundo, con dos puntos menos que Osasuna, el Barcelona parece haber encontrado el juego que le hizo campeón la temporada anterior.

El equipo de Frank Rijkaard se dio un festín (5-0) ante una Real Sociedad que se muestra demasiado endeble cuando abandona Anoeta. Volvió, además, el mejor Ronaldinho, autor de dos tantos en una goleada que completaron el holandés Mark van Bommel, el sueco Henrik Larsson y hasta Carles Puyol, autor de un bello tanto de cabeza.

No concluye tampoco mal la semana para el Real Madrid, que encontró el sábado, en Sevilla, una victoria con la que calmar su entorno y dar más tiempo a su técnico, el brasileño Vanderlei Luxemburgo, a la espera de que abandone la enfermería Ronaldo.

Ante un Betis aquejado por los similares males -muchas bajas y sospechas arbitrales- el Madrid se impuso gracias a un buen tanto de Robinho, en el primer tiempo, y un gran pase de Guti, que convirtió en gol Alvaro Mejía, tras el descanso.

La otra victoria de la jornada la logró el Deportivo de La Coruña, que comienza a tener el sello de su técnico, Joaquín Caparrós, y se impuso al Getafe con un tanto de Diego Tristán.

El resto de la novena jornada no trajo más que empates, que lejos de ser un consuelo menor, llevaron desasosiego a la mayoría de sus protagonistas.

No fue bueno para el Zaragoza, que contra el Málaga sumó su séptima igualada (1-1) y le hizo exclamar a su técnico, Víctor Muñoz: "Sumar de uno en uno, no sirve de mucho". Ni para el Alavés, que no pudo más que empatar sin goles contra el Cádiz y es antepenúltimo, pero menos aún para Athletic y Celta (1-1).

El equipo de Mendilibar sigue siendo el colista y su situación comienza a ser preocupante: con un conjunto excesivamente joven y un técnico sometido a una evaluación continua. El Celta, mientras, se ha quedado sin gol (2 en los últimos tres partidos), desde que no puede contar con el brasileño Fernando Baiano, que marcó 5 antes de lesionarse.

Pitos en Mestalla

Para el Valencia, el empate contra el Racing (1-1), abre un nuevo debate, porque el equipo de Quique Sánchez Flores ha perdido el rumbo desde que presentó su candidatura al título, con su victoria sobre el Real Madrid, hace una semana.

Desde entonces, Mestalla ha presenciado la derrota contra el Sevilla y la igualada ante el Racing, que jugó con un hombre menos desde el minuto 64, cuando fue expulsado Felipe Melo. Ni con David Villa, Patrick Kluivert y Pablo Aimar en el conjunto titular, mejoró el Valencia; un aviso para Quique.

El Atlético, empatado en el último suspiro

Pero, una vez más, el mayor desconsuelo lo tuvo el Atlético, que se volvió a dejar puntos en el último minuto de un partido que parecía tener controlado. En el Vicente Calderón, contra el Villarreal, hubo duelo con sabor a Liga argentina.

Lo hubo en los banquillos, donde confrontaron tácticas Bianchi (ex-Boca) y el chileno Manuel Pellegrini (ex Ríver), y en el campo, plagado de jugadores de la albiceleste (Leo Franco, Maxi Rodríguez, Gonzalo Rodríguez, Román Riquelme, Juan Pablo Sorín, Martín Arruabarrena...).

No hubo ganador porque, por enésima vez, el Atlético se acordó de las ocasiones perdidas y de los goles que pudo marcar antes de que el uruguayo Diego Forlán marcase, de cabeza, el tanto del empate en el minuto 94.

El equipo que Bianchi se había adelantado pronto, con un tanto de Zahínos en el minuto 4, y se vio favorecido por la expulsión de Gonzalo Rodríguez, once minutos después, pero no supo matar el encuentro y se encontró con otra desagradable sorpresa, otra ocasión para lamentar su mala fortuna.