El Levante no ha podido evitar manifestarse sobre las supuestas irregularidades de la que se le han acusado los últimos días, referentes al partido liguero de la jornada 31.ª , en la que el club granota perdió por 0-4 en su estadio ante un Deportivo de La Coruña que abandonaba así la zona de descenso. El Consejo de Administración del Levante se ha puesto a disposición de las instituciones citadas en las informaciones, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), además de hacerlo ante la Real Federación Española de Fútbol y la justicia ordinaria, para ayudar y colaborar en el esclarecimiento de cualquier investigación que se esté produciendo o se pudiera llegar a producir.

El Levante, recuerda, "vela por el juego limpio y lucha por la total transparencia en la competición", además de creer "firmemente en la profesionalidad y la honorabilidad de todos los jugadores de la primera plantilla". Por ello, el club quiere hacer "un llamamiento a la afición y a todo el levantinismo para que se mantenga unido, respalde al equipo y a la entidad para fortalecer su imagen", manteniendo que el Consejo de Administración adoptará las medidas oportunas en defensa del prestigio del club.

Juan Ignacio Martínez, entrenador de la primera plantilla, también abordó la cuestión este viernes. Aunque, avalado por el comunicado del club de este jueves, cortó rápidamente este hilo argumental en su rueda de prensa: "Ojalá dentro de un mes o dos meses se haya investigado, quede todo aclarado y quede limpia la imagen que se está dando ahora". El técnico, eso sí, no quiso profundizar en la situación que vive su vestuario, pero reconoció que el clima había sido "hostil y de crispación" tras la discusión mantenida entre algunos futbolistas en el descanso del partido ante el Deportivo, al que se llegó con ventaja del equipo gallego por 0-3.

"La tensión la tuve hace tres semanas, ya que los tres días malos fueron los de después del partido, aunque cuando un compañero habló de esos temas es verdad que se creó un ambiente hostil. No estoy en la cabeza de las personas. Han hablado Barkero, Juanfran y el presidente [Quico Catalán] y no tengo nada más que decir en ese aspecto. Ahora toca el rendimiento, el de los futbolistas en el campo y el mío en la toma de decisiones".

Desde A Coruña, el deportista Manuel Pablo deseó que las investigaciones no se centren en el Levante-Deportivo: "Espero que investiguen a todos, no solo el partido del Dépor, porque todos podemos tener sospechas del partido del Celta. Y ahora (el Levante) se enfrenta a otros equipos de abajo y espero que (la investigación) no se quede en este partido (Levante-Dépor), que hasta el final estén atentos".

La LFP anunció la apertura de una investigación para comprobar si realmente se produjeron irregularidades durante ese encuentro, una sospecha que se reforzó con unas duras declaraciones del jugador José Javier Barkero. El centrocampista vasco del Levante denunció públicamente el "bajo rendimiento" de hasta cuatro de sus compañeros durante ese choque, citando los nombres del guardameta Gustavo Munúa, los defensas Juanfran y Ballesteros y el centrocampista Juanlu.

El propio Barkero, posteriormente, se retractó de sus acusaciones: "Quería públicamente decir lo que les he dicho a mis compañeros antes empezar el entrenamiento. Les he pedido disculpas a todos y en especial a mis cuatro compañeros, a los que he acusado de algo que es erróneo. Les he hecho mucho daño a su imagen, a su persona y a su familia, y no lo merecen porque han dado mucho por este club. El equivocado soy yo, acusé de algo que realmente no ha pasado y quiero destacarlo".

Juanfran, uno de los señalados, aceptaba este pasado miércoles las disculpas: "Tras las disculpas de Barkero hay un antes y un después. Barkero es un tío recto y nos ha pedido disculpas de corazón y además lo ha hecho públicamente. Lo cierto es que hay un antes y un después de estas disculpas y ahora vamos a pensar exclusivamente en sumar tres puntos más para asegurar la permanencia. No tengo miedo a ninguna investigación de la LFP".

La LFP, que si tiene indicios de la comisión de un delito de este tipo debe trasladarlo a la Fiscalía, ya investigó otros casos de presuntos amaños, como fue el caso del Hércules en la temporada 2009-2010, por medio de su Comité de Disciplina Social, tras una denuncia formulada por el Cádiz.  El caso del Hércules apareció en el sumario del "caso Brugal", que investigó una presunta trama corrupta vinculada al negocio de la basura en Alicante y en el que figuraban conversaciones telefónicas entre el máximo accionista del club y los capitanes del equipo.

El artículo 69 de los Estatutos Sociales de la Liga tipifica, en su apartado sobre régimen disciplinario, como falta muy grave "las actuaciones dirigidas a predeterminar, mediante precio, intimidación o simples acuerdos, el resultado de un partido o competición".  La sanción para estas conductas puede ir desde el apercibimiento al descenso de categoría "cuando el incumplimiento revistiese especial gravedad".