El Depor obtuvo hoy una victoria por la mínima, y de penalti, y puso la soga en el cuello de un Levante que parece abocado, ya de forma casi definitiva, al descenso a Segunda División. El triunfo del conjunto gallego fue inmerecido, como inmerecida hubiese sido una victoria local, y el premio de los tres puntos se antoja excesivo para el rácano juego que se vio hoy en Valencia.

Durante la mayor parte de los primeros cuarenta y cinco minutos el juego de ambos equipos careció por completo de profundidad o emoción, pues los planteamientos fueron tan rigurosos como similares, con mucha presión en el centro del campo y escasas acciones de peligro. Los recursos ofensivos del Levante se limitaron casi exclusivamente a los balones largos para que Riganó abriese el juego a Riga, Savio o Juanma, pero el Deportivo trajo la lección bien aprendida y cubrió con inteligencia los posibles pases.

Además, el juego se detuvo en innumerables ocasiones, se produjeron demasiadas faltas e incluso la retirada -por lesión- del centrocampista local Javi Fuego, y estos parones contribuyeron más si cabe a convertir la primera mitad en un espectáculo deslucido y aburrido.Como acciones destacadas, únicamente se podrían señalar dos remates para cada equipo que se marcharon fuera, el primero de cabeza a cargo de Riganó (minuto 14) y el segundo una volea con la zurda de Juanma (minuto 23).

Tras el paso por los vestuarios, las órdenes de los entrenadores cambiaron y ambos equipos se lanzaron al ataque con la intención de buscar el gol rápidamente y replegarse. En apenas dos minutos, Viqueira y Riga pudieron adelantar al Levante en sendos remates desde dentro del área, pero el guardameta uruguayo del Deportivo anduvo acertado y consiguió evitarlo. Al instante, el conjunto de Lotina dio la réplica al desperdiciar la ocasión más clara del encuentro (minuto 52), cuando Lafita consiguió marcharse de la defensa rival y servir un buen balón a Cristian, pero este disparó demasiado elevado cuando se encontraba solo en el punto de penalti.

Pero las buenas intenciones se quedaron en nada como consecuencia de la falta de acierto y también de la escasa forma física que exhibieron la mayor parte de los jugadores, sin hacer distinción de equipos. Mientras el técnico italiano del Levante sumó efectivos al ataque, Lotina hizo lo mismo pero al revés retirando un delantero y dando entrada a un centrocampista. El encuentro parecía abocado al empate sin goles de forma irremediable, pero de nuevo la mala fortuna se apareció ante los locales y les jugó una mala pasada, la enésima esta temporada, hoy en forma de penalti a falta de cinco minutos para el final.

En una acción sin apenas peligro, el central levantinista José Serrano tocó el balón con la mano dentro del área y el árbitro vio la pena máxima igual de evidente que todo el estadio. El jugador sevillano se quedó tendido en el césped completamente desolado y consciente de que su acción, aunque involuntaria, supone una condena ya demasiado pesada para su equipo. Sergio se encargó de transformar el penalti y de rubricar una victoria tan valiosa como inmerecida.

Ficha técnica:

0 - Levante: Storari, Descarga, Serrano, Cirillo, Rubiales (Courtois, min. 75), Juanma, Tommasi, Fuego (Viqueira, min. 37), Savio (Geijo, min. 81), Riga y Riganó.

1 - Deportivo de La Coruña: Munúa, Barragán, Coloccini, Adrián López, Filipe Luis, Cristian, De Guzmán, Sergio, Guardado, Lafita y Rubén Castro (Juan Rodríguez, min. 69).

Gol: 0-1 (min. 85): Sergio, de penalti.

Árbitro: Turienzo Álvarez, del colegio castellano-leonés. Amonestó a los jugadores visitantes Munúa y Cristian.