Nadie duda ya de que la NBA está en plena era de dominio de LeBron James. El jugador estrella de Miami Heat ha conseguido su segundo anillo de campeón y parece que con él llega también una nueva maldición: la del primer partido de las finales.

En las últimas tres finales (en las que Miami y LeBron han estado presentes), el equipo que ha ganado el primer partido es el que ha perdido luego la final. Ocurrió en 2011, cuando Miami ganó el primer partido en su cancha ante los Dallas Mavericks de Dirk Nowitzki. Los de Florida llegaron a dominar la serie por 2-1, pero finalmente, gracias a tres victorias seguidas de los texanos, el título se fue para Dallas.

En 2012, ocurrió algo parecido. Oklahoma City Thunder, liderados por Kevin Durant, ganaron de 11 puntos a Miami en el primer partido de las finales. Pero fue el último que consiguieron vencer. Los Heat lograron cuatro victorias consecutivas (una de ellas en Oklahoma) y consiguieron el codiciado anillo.

Este año, los San Antonio Spurs golpearon primero en el Airlines Arena de Miami, y se volvieron a poner en ventaja hasta dos veces (2-1 y 3-2), pero los de Florida consiguieron forzar el último partido y en él, lograr el anillo.

En los últimos 20 años, este hecho se ha producido sólo seis veces. La anterior a la de 2011 fue en 2006, curiosamente también con Miami en liza. Los Dallas Mavericks ganaron el primer partido de aquella final, pero fueron los del Este los que lograron el anillo.

En 2001, en pleno dominio de Los Angeles Lakers, los Sixers de Allen Iverson dieron la sorpresa ganando el primer partido de las finales, pero los californianos fueron los que consiguieron el segundo de los tres anillos consecutivos que ganaron a principios del siglo XXI.

En 1998, todavía con Michael Jordan como líder, los Chicago Bulls ganaron el título aun tras perder el primer partido de aquellas finales ante los Utah Jazz de Karl Malone y John Stockton.