A pesar de que el 60,6 % de los socios que votaron la moción de censura querían que el presidente del Barcelona, Joan Laporta, abandonase el cargo, faltó un 5,4 % más para forzar las elecciones en el club azulgrana. Para Laporta ha sido un "voto de castigo", pero se siente "legitimado" para continuar adelante.

Pasadas las 00.30 horas, Laporta apareció sonriente ante los medios. Felicitó a Oriol Giralt, promotor del voto de censura, pero recordó que el voto de censura "no ha triunfado" y, por lo tanto, "podemos agotar el mandato".

"Acabaremos (nuestro mandato) por coherencia, porque estamos legitimados y por sentido de la responsabilidad (hasta 2010). Está claro que se ha tratado de un voto de castigo, por lo que hemos hecho en los dos últimos años", ha dicho.

"Tenía confianza en que no prosperaría la moción"

Ha asegurado que ningún directivo se ha planteado dimitir, ni él lo ha pensado tampoco. "No tenía pensado dimitir, porque tenía confianza en que no prosperaría la moción y ese -la dimisión- no es un hecho que te plantees", ha dicho.

Giralt declina pedir la dimisión

"No pienso pedirle la dimisión. En cambio, si yo fuera presidente, presentaría la dimisión porque el resultado es desfavorable y para dar la paz que necesita el club", añadió.

Giralt solicitó a la junta del Barça que realice una "lectura clara" de las cifras que se han producido en el referendo del voto de censura para evitar que la entidad catalana "sea ingobernable".