El Reus no volverá a jugar en el fútbol profesional (Primera y Segunda División) en los próximos tres años, según ha acordado el Juez de Disciplina Social de LaLiga. El organismo judicial ha dictaminado que el club catalán queda expulsado de manera temporal 3 años de la competición profesional por no cumplir con sus obligaciones con sus empleados. Además, tendrán que pagar una multa de 250.000 euros.

En el comunicado de LaLiga es claro:

"El incumplimiento del Reus de los deberes o compromisos adquiridos -en forma del impago de mensualidades del salario- con sus jugadores, con la gravísima consecuencia adicional de que seis de ellos han tenido que abandonar el Club. Estos hechos probados, que llevan a la comisión de la conducta típica y antijurídica anteriormente señalada, no han sido negados por el Reus en su escrito de alegaciones a la Propuesta de Resolución del Instructor".

No obstante, pese a que consideran la expulsión de la competición dentro del ámbito de "la especial gravedad de los hechos cometidos" y que la reincidencia aumenta el castigo, también destacan que es de carácter temporal y no definitiva, y no en su grado máximo, ya que podría ser de 5 años como proponía el Juez instructor.

El Reus acaba de ser vendido a unos inversores de banca estadounidenses, que llegaron con la intención de sanear las cuentas del club.