Debutó en el Dakar 2011 y a la primera conquistó el título en categoría femenina. A partir del próximo 1 de enero volverá a plantarle cara al desierto con su Gas Gas en el raid más duro del mundo.

Dicen que el Dakar engancha, ¿a usted ya la tiene atrapada?

Sí, es curioso. Todo el mundo dice que es muy duro, pero todos los que lo hemos probado, volvemos. Esta carrera tiene algo especial.

¿Qué fue lo que la enganchó?

La aventura. Aunque ya no se disputa en África continúa siendo un elemento básico del Dakar. También sus paisajes, la variedad de terrenos, el buen rollo que se respira en el campamento... muchas cosas. Y, sobre todo, la cercanía de los aficionados. Había gente animando a las puertas del vivac a las cuatro de la mañana y en algunas etapas había tanto público como en un puerto del Tour de Francia.

¿Y qué es lo más duro?

El dormir poco y que mentalmente no desconectas nunca. Llegas al vivac después de diez o doce horas de moto y tienes que preparar el road-book (libro de ruta) del día siguiente. Te pasas un par de horas con los rotuladores y luego te queda muy poco tiempo para descansar.

Ganó el Dakar femenino en 2011 y quedó en el puesto 39 absoluto, ¿qué objetivo se marca esta vez?

Está claro que intentaré volver a ganarlo en categoría femenina y también creo que es posible mejorar mi posición en la general. Lo importante es tomármelo con calma al principio, aunque vaya en el puesto 60, porque luego la carrera va pasando factura y eliminando a muchos rivales.

¿Sueña con la victoria absoluta?

No. Siendo realista creo que existe un límite físico para una mujer. Sé que puedo hacer un buen papel, pero de ahí a ganar...

¿Una mujer no puede ganarlo?

En moto lo veo difícil. Yo, ahora mismo, no me veo capaz de conseguirlo.

Cada vez hay más chicas en el Dakar, pero siguen siendo muy pocas, ¿por qué?

Porque es una carrera muy, muy dura. Ya es complicado para un hombre, supongo que para una mujer lo es más.

¿Qué le dicen sus padres cuando se marcha al Dakar?

¡Que no corra! (ríe) ... solo me piden que vuelva entera.

¡Pero si están acostumbrados a que se suba por las paredes con la moto!

No creas. Sí que les da miedo que vaya al Dakar. El trial es muy espectacular, pero el riesgo está controlado. Aquí hay accidentes mortales.

¿Le da pena no pasar las Navidades con su familia?

En Navidad sí estoy en casa. Me pierdo el fin de año, que nunca me ha gustado demasiado, y los Reyes, ese día si me da más pena no estar.

¿Traerá regalos de Suramérica?

Sí, siempre que voy a algún sitio un poco peculiar les llevo algún recuerdo.

BIO Nació en Corbera (Barcelona) y tiene 26 años. Ha sido 11 veces campeona del mundo de trial. Afronta su segundo Dakar en moto con el equipo KH-7.