Trasplantes de oro, plata y bronce

  • Joaquín Lacón empezó a correr hace 11 años, tras someterse a un trasplante de hígado.
  • El pasado mes de agosto logró 4 medallas en la 17ª edición de los Mundiales de Trasplantados.
  • "Competir me da igual, sólo tratamos de fomentar la donación".
El atleta español Joaquín Lacón (d) posa con la medalla de plata en el podio, en la 17ª edición de los Mundiales de Trasplantados, en Australia.
El atleta español Joaquín Lacón (d) posa con la medalla de plata en el podio, en la 17ª edición de los Mundiales de Trasplantados, en Australia.
J.L.E
El atleta español Joaquín Lacón (d) posa con la medalla de plata en el podio, en la 17ª edición de los Mundiales de Trasplantados, en Australia.

Correr no es sólo una cosa de niños, ni de cobardes, ya que a veces es la forma de escapar de una enfermedad. Esa es la historia de Joaquín Lacón, natural de Alcalá de Henares, que a los 20 años contrajo la hepatitis B y comenzó su camino hacia la superación. “En el servicio militar me pasaron el virus y a los dos años de enfermedad me dieron de cuatro meses a dos años de vida”.

Pasó el tiempo y, ya con 40, la evolución de la medicina le dio la oportunidad de recibir un hígado para superar la fase terminal de la enfermedad. “Era la hora de empezar a vivir de nuevo y me dijeron que me esmerara en la rehabilitación, para evitar que se me atrofiara el cuerpo”, señala. “Empecé a andar y a aburrirme, y en esa época mi hermano empezaba a correr y decidí acompañarle”.

El pasado mes de agosto, a sus 51 años, se colgó dos medallas de oro (5.000 metros y 1.500), una de ellas con récord del mundo (5.000), y dos medallas de plata (800 metros y 5.000 metros marcha) en la 17ª edición de los Mundiales de Trasplantados, celebrados en Australia. “Es increíble lograr algo así”, destaca este campeón, que se emociona al relatar la competitividad que existe: “Aunque seamos todos unos lisiados, cuando estás dentro de la pista no paramos de darnos codazos”.

Entrena de 50 minutos a 2 horas, dependiendo del día, y los fines de semana se junta con un grupo de amigos. A ninguno de ellos le sorprende sus logros, ni siquiera a él mismo: “El récord me hace ilusión, pero hago una marca mucho menor. Lo único... el vacile que genera con los amigos”.

Una selección sin apoyos

En los campeonatos celebrados en Australia, la expedición española, formada por 13 atletas, logró un total de 10 medallas con escasos apoyos. “Allí no llevamos ni físio, ni médicos, ni nada, como hace el resto. Somos tan pocos que en el desfile inicial tuvimos que meter a los familiares para hacer bulto”.

Al margen de ello, Joaquín se muestra tajante y su ilusión es transparente, por encima incluso de los éxitos personales: “Competir me da igual. Sólo tratamos de fomentar la donación para que haya menos listas de espera. La única publicidad es que yo soy trasplantado y quiero demostrar con esto que el deporte también es importante”.

Aún así, la evolución de este atleta se refrenda con un total de 13 metales (5 oros, 4 platas y 4 bronces), además de una que le quitaron tras una reclamación, en sus cuatro participaciones internacionales. "En estas competiciones también mandan los yanquis, que son los que ponen el dinero".

Su siguiente parada será Irlanda, en julio del año que viene, y no descarta dar alguna alegría de nuevo, aunque advierte: "No me confío nunca, que aquí también participan ex profesionales y cualquier desconocido me la puede liar”.

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