Kyle Messier, mecánico de bicicletas de 31 años, ganó el pasado 16 de agosto el Big Red Gravel Run, una carrera de bicicletas de 100 kilómetros que tiene lugar en Harrington, Quebec. Un logro ya de por sí impresionante, pero que se volvió realmente excepcional por lo que vivió antes de proclamarse campeón. Y es que Kyle pedaleó más de 650 kilómetros hasta el lugar de la carrera, después ganó y unas horas más tarde volvió a coger su bicicleta y regresó a casa.

Kyle tiene experiencia en carreras de resistencia después de entrenarse durante un año y medio por las montañas de Sudamérica. Es además un aficionado de la meditación... y de la pizza. De hecho, en los momentos de sufrimiento era en lo único que pensaba: "Estaba pensando en volver a otra pizza... Se convierte en una cuestión de control mental sobre la situación, en lugar de solo dedicarte a pedalear y nada más", dijo. "De lo contrario, si estás pensando 'Tengo 100 kilómetros por recorrer', la situación se vuelve más difícil. Sobre todo mentalmente".

Messier luchó contra la lluvia y las colinas, y lideró la carrera la mayor parte del tiempo antes de tomar una ventaja en los últimos 20 kilómetros que sería vital para llevarse finalmente la victoria.

A pesar de su logro impresionante, Kyle le dio total naturalidad. De hecho, ni siquiera se molestó en verificar el tiempo que había completado en su llegada. Para lo que sí tuvo un hueco fue para quedarse en línea de meta para animar a sus contrincantes: "Fue como, 'OK, genial'. Hice lo que vine a hacer aquí", explicó al final.