Durante el segundo día del juicio, el abogado del club transalpino, Cesare Zaccone, aseguró que el descenso a la Serie B sería "una pena aceptable". Sin embargo, lo que el fiscal solicita es bajar a la Serie C (un equivalente a la Segunda B española).

Tras las palabras de Zaccone, se entiende que, al menos en parte, la Juventus comienza a aceptar su culpabilidad. Es el club donde mayores sospechas sobre fraude deportivo recaen.

Zaccone respondió al juez, cuando le cuestionó cuál consideraría él un castigo adecuado, apuntando que para el resto de equipos involucrados el fiscal ha pedido sólo bajar a la Serie B.

Varios grupos que intentaban influir sobre los partidos

El letrado del equipo juventino apuntó además durante la sesión que había "al menos cinco sistemas" para amañar partidos y que éstos "eran conflictivos entre ellos".

Zaccone apuntó que había uno "en Génova, en Florencia, en Roma y otro en Milán".

Mientras, sigue el juicio a los clubes pero ninguno de los 25 acusados ha reconocido culpa alguna.

Por ejemplo, el ex presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Franco Carraro, apuntó que se siente "humillado" con la situación y que "siempre actué de buena fe".

El fiscal considera que habló con varios árbitros para presionarles.