Cuando acabe el Mundial de Rusia 2018, Julen Lopetegui regresará al Real Madrid, esta vez como entrenador del primer equipo en sustitución de Zinedine Zidane. Será la tercera etapa del técnico guipuzcoano en Chamartín, donde ya fue jugador y técnico de las categorías inferiores.

“El mundo del entrenador es siempre un pozo sin fondo en el que uno no deja de aprender”, nos contaba hace sólo unas semanas en una entrevista exclusiva: "Intentamos adaptar lo que aprendemos a nuestra manera de interpretar el juego”.

En su trabajo, Lopetegui es meticuloso en el estudio de los rivales y muy obsesionado con la cohesión de grupos. "Como entrenador, eres la cabeza visible de un proyecto deportivo, lo cual tiene una responsabilidad pero también un reto fantástico y bonito", explica. También se ayuda de profesionales externos para temas de hábitos de alimentación y de coaching.

Cuando le quedaba poco para colgar las botas, fue sacándose los títulos de entrenador, todos, durante los cinco años que se requerían entonces. Se acercó a los banquillos por "vocación y curiosidad" y comenzó en el del Rayo Vallecano (2003/04), recién descendido a Segunda División.

A sus 51 años, regresa a Valdebebas, donde ya trabajó hace algo más de una década. El expresidente Ramón Calderón le incorporó como responsable de ojeadores internacionales, y dos años después se hizo cargo del Castilla en Segunda B. No consiguió el ascenso y se desvinculó del club.

Se incorporó entonces a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), donde dirigió a la sub 19, la sub 20 y la sub 21, hasta 2014. Con la sub 21 fue campeón de Europa en 2013.

Su anterior experiencia en un club, antes de dirigir a España, tuvo lugar en el Oporto, durante dos temporadas (2014/15 y 2015/16) en las que no consiguió ningún título.