Mo Farah se proclama campeón olímpico en los 10.000 metros

  • Segundo oro de la historia de Gran Bretaña en esta prueba.
  • Bekele solo pudo ser cuarto. Tenía en su mano conseguir un triplete.
  • Un atleta blanco, el estadounidense Galen Rupp, consiguió la medlla de plata.
El atleta británico, Mo Farah, campeón olímpico de 10.000 m en Londres 2012.
El atleta británico, Mo Farah, campeón olímpico de 10.000 m en Londres 2012.
EFE
El atleta británico, Mo Farah, campeón olímpico de 10.000 m en Londres 2012.

Mo Farah, un atleta británico nacido hace 29 años en Somalia, instauró una nueva dinastía en el fondo mundial arrebatando el cetro olímpico de los 10.000 al etíope Kenenisa Bekele, que aspiraba a ser el primero en ganar tres títulos consecutivos y no ha podido, siquiera, subir al podio.

Un atleta blanco, el estadounidense Galen Rupp, contribuyó también, con su medalla de plata, a escenificar el relevo en la prueba más larga sobre la pista, de forma que la familia Bekele hubo de contentarse con el bronce de Kenenisa.

Era la estrella emergente del fondo mundial (campeón del mundo de 5.000 y subcampeón de 10.000) y soñaba con coronarse ante sus paisanos de adopción, aprovechando la baja forma de Bekele. Desde hoy Farah es ya el número uno mundial, y ahora le queda rematar con una nueva medalla de oro en 5.000.

Bekele, destronado

Un rosario de lesiones en los últimos años apartaron a Bekele de la primera línea de fuego, aunque este año llegaba tercero en el ránking mundial con 27:02.59, pero su último 500, que le hacía imbatible en sus buenos tiempos, pertenece ya al pasado.

El sábado fue, precisamente, Bekele quien tomó resueltamente la cabeza en cuanto escuchó el disparo, abriendo paso a su hermano menor Tariku, antes de endosar la responsabilidad a los kenianos y al eritreo Zersenay Tadese tras cubrir el primer mil en 2:54.88.

Tadese apareció en el tercer kilómetro para ejecutar la única táctica que conoce: tirar y tirar hasta ir dejando atrás rivales con la esperanza de que al final no le adelanten más de dos, la única forma de subir al podio para un gran atleta sin esprint.

La caída del ugandés Moses Kipsiro estuvo a punto de dejar fuera de combate a Kenenisa, pero salvó el obstáculo y estuvo atento al ataque de Tadese, que en el cuarto kilómetro recibió la ayuda del keniano Karoki Muchiri.

La primera mitad de la carrera se pasó en 14:05.79. Farah permanecía impasible a la altura del sexto puesto, con Kenenisa a su espalda.

Moses Masali dio un relevo en el séptimo kilómetro y Muchiri dio continuidad a su esfuerzo, pero los hermanos Bekele y Mo Farah seguían allí, incluso el estadounidense Galen Rupp aguantaba sin descomponerse un ritmo que a falta de dos vueltas mantenía arriba a un grupo muy numeroso, de doce atletas.

Farah pasó primero por la campana entre el rugido ensordecedor del público y aún tuvo otro cambio en las piernas cuando negociaba la última curva para ponerse a salvo de "killers" como Galen Rupp en la recta principal. Venció con un tiempo de 27:30.42.

Rutherford da el mayor salto

Greg Rutherford, también británico, ha logrado colgarse la medalla de oro en la prueba de salto de longitud con una marca de 8.31 metros por delante del australiano Michell Watt y del estadounidense Will Claye. El atleta británico, de 25 años, logró así su primer oro y su mejor marca en el cuarto salto, liderando la final desde el segundo. El australiano Watt sorprendió en su penúltimo salto colocándose tercero, ya que estaba firmando una prueba mediocre hasta el momento y mejoró su marca en el último firmando 8.16 metros finalmente. El americano Will Claye estuvo luchando por el oro con Rutherford pero sus 8.12 metros del cuarto salto le relegaron finalmente al bronce.

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