La convocatoria de Jordi Alba para los partidos contra Croacia y Bosnia es una de las principales novedades en esta concentración de la selección española. La ausencia del lateral blaugrana fue de las más destacadas en las primeras listas de Luis Enrique, con el que el futbolista tuvo una tensa relación en el vestuario culé.

Este martes, Alba dio su primera rueda de prensa tras su regreso al equipo nacional que ha defendido en 66 partidos. Como era previsible, todas las preguntas excepto una fueron sobre su relación con el seleccionador.

"Me lo he tomado con tranquilidad. No me pilló muy joven, he madurado muchísimo. El seleccionador tiene muchas variantes y puede elegir, y en las dos últimas convocatorias decidió que yo no tenía que estar aquí y tenían que estar otros. Lo he pasado con la familia. Quiero seguir viniendo, y esta vez me ha hecho más ilusión", admitía el defensa.

La imagen del abrazo que se dio con Luis Enrique dio la vuelta al mundo, por lo significativo, pero Alba restó importancia. "Como con todos los compañeros y staff técnico", señaló, antes de admitir que el asturiano fue uno de sus grandes apoyos.

"Es un entrenador que me ha ayudado mucho, es verdad que en la última temporada no tuve los minutos que cualquier jugador hubiera gustado, pero yo nunca he dicho una mala palabra de Luis Enrique. Siempre me pareció una persona muy buena, que tiene sus decisiones, pero nunca he tenido un problema con él. Al contrario, siempre me ayudaron muchísimo. Agradecido de volver a la selección. El abrazo fue porque hacía tiempo que no venía", insistió.

Se vio sus críticas hacia su falta de minutos como una causa de la ruptura con el hoy seleccionador, pero Alba lo matiza. "No me arrepiento de nada. En su día mostré mi deseo de jugar, pero no tengo que pedir perdón a nadie. Ni el seleccionador a mi, ni yo a él. Él es el que manda y decide quién tiene que venir. Él decide quién tiene que venir. Ojalá me pueda quedar más", dijo.

Lo que sí ha notado es que estos meses en el ojo del huracán por no estar en la Selección le ha valido para sentirse "más querido que otras veces". "Teniendo el mismo trabajo que siempre, pero he notado más apoyo de la gente. Muy contento de volver a la selección, y volver a trabajar con el míster y los compañeros, que hay muchos nuevos", dijo.

Insistió en que nunca había pasado nada entre ambos. "Nunca hemos discutido. Como jugador habrá cosas que te gusten más o menos, pero repito que me ayudaron mucho en su día. Vengo con mucha ilusión, y tras dos convocatorias sin venir se me hacía un mundo", admitió.

También bromeó sobre que Luis Enrique se quería parecer a él: "Tiene buen gusto (risas). Lo dijo porque muchas preguntas fueron por mi. Es un grandísimo entrenador, no sé si el día de mañana yo lo seré", señaló, antes de negar que se haya mordido la lengua. "Siempre voy de cara y he expresado lo que creía. Mi trabajo está siendo bueno en mi club, y si el seleccionador cree que tengo que venir, perfecto", destacó.

El defensa presumió de su prodigiosa memoria, y por eso no se arrepiente de nada ni ve nada malo en su actitud o juego que justificase no estar en la Selección. "Yo me acuerdo de todo: de lo que hago, de lo que digo... Y si no, hay vídeos en internet que me hacen recordar. Si te salen bien las cosas en el club, y crees que tienes que venir, lo dices", zanjó al respecto.