El Betis se ha impuesto por la mínima en el derbi sevillano frente al Sevilla (1-0), gracias a un solitario tanto de Joaquín Sánchez, que jugó los últimos minutos de un disputado duelo. El partido tuvo mucho ritmo y tensión desde el primer momento, aunque estuvo marcado por el hecho de que ninguno de los dos entrenadores quisieron asumir muchos riesgos. El Betis no buscó una salida de balón por bajo a pesar de que suele ser sello Setién, mientras que Machín hizo lo propio, ambos con el objetivo de que no hubiera contragolpes peligrosos.

El Betis comenzó mejor el duelo. Con Canales muy cerca de Loren Morón y de Inui, el equipo local fue quien comenzó a pisar con más continuidad el área de Vaclik. De hecho, el primer remate a puerta, tras una gran jugada individual, fue de Inui, aunque el disparo se marchó ligeramente alto.

Es cierto que como el Betis salía en largo, la pelota muchas veces quedaba dividida, y ahí el Sevilla conseguía correr con ventaja al ataque. Vázquez se sacó un gran disparo en el ecuador del primer tiempo, pero Pau López hizo una gran parada. En el minuto 39 llegó la primera gran ocasión del Betis para ponerse por delante. Canales recibió un pase en profundidad, batiendo al portero, pero el colegiado señaló fuera de juego, decisión que fue ratificada por el VAR, aunque la acción fue milimétrica.

En el segundo tiempo, el Sevilla buscó un poquito más arriba al Betis –tuvo Mercado un cabezazo que se fue arriba-, pero todo cambió en el minuto 66. Roque Mesa vio la segunda amarilla después de que el colegiado entendiera que bloqueó el saque de Pau López.

Ya con superioridad numérica, el Betis consiguió tener la pelota mucho más arriba, y en el minuto 82 se desató la locura en la grada del Benito Villamarín. Joaquín Sánchez, que acababa de entrar al terreno de juego, se coló entre la defensa del Sevilla para atacar como un poseso el centro de Mandi, y cabecear a la red el único tanto del partido para delirio de la hinchada.