Hablar de Brasil es hablar de títulos, fútbol en estado puro y samba. Sin duda, la 'canarinha' es una de las grandes favoritas, pero España como actual campeona y dominadora del fútbol europeo y mundial en los últimos años, es el rival a batir. Nuestra selección intentará revalidar el entorchado mundial, algo que no se logra desde 1962, lo que deja patente la dificultad de dos mundiales de manera consecutiva.

Esto sin duda nos tiene que servir de acicate. Tenemos que tener claro que el resto de selecciones se han preparado, no ya para ganar el torneo, que también, sino para batir a España… para ganarnos. Y esto es algo que no hace tanto hubiera resultado impensable, pero la realidad a día de hoy es que conseguir derrotar a España da prestigio, mucho prestigio.

Como en toda gran competición, nos encontramos ante selecciones de un nivel más que contrastado y cuyo gen competitivo trasciende en ocasiones lo puramente futbolístico. Alemania, Argentina, Italia, Colombia y obviamente Brasil, siempre favorita y más en esta ocasión, pero de la que interesa ver como manejará el componente "presión" implícito al jugar en casa. Uruguay, Italia, Inglaterra, Alemania y Argentina han sido con anterioridad anfitriones y campeones. Brasil tendrá que luchar lo indecible si quiere unirse a ese selecto club.

Si hay un aspecto que suele tener trascendencia en los años posteriores a un Mundial, es su impacto en los conceptos tácticos. Cada cuatro años, los mejores jugadores del universo fútbol, pero también los mejores entrenadores ponen todas sus armas y conocimiento al servicio de sus selecciones. Este hecho abre siempre nuevas vías y crea tendencia en el apartado táctico. Habrá que estar atentos a las variantes de una España siempre guiada eficazmente por Vicente Del Bosque o a esta Alemania renovada, que destila talento en el terreno de juego y también en el banquillo.

Todo ello se resume en un doble concepto, progresión y mejora del fútbol.

Es otro de los aspectos en los que los mundiales suele tener una incidencia directa. En Brasil, se implantará el 'Goal Control', un sistema mediante el cual diversas cámaras situadas en puntos estratégicos del estadio informarán al instante al colegiado de si el balón traspasa o no la línea de gol, con lo que se evitarán los goles fantasmas (o eso declaran desde la FIFA, que habla de un 100% de efectividad del sistema).

En este sentido, es interesante recordar que a lo largo de las últimas décadas han surgido numerosos debates sobre a necesidad o no, de implantar las nuevas tecnologías en el fútbol. Este es sin duda un paso importante.

Hay varias selecciones inicialmente "no favoritas" a las que hay que seguir muy de cerca. Suiza, que ha evolucionado mucho en los últimos años y cuyo grupo le permite soñar con progresar en este mundial. Colombia, que llega con la baja de Radamel Falcao, pero con ganas de hacer algo grande en Brasil. Y Bélgica, con varios jugadores de referencia internacional y cuya juventud y desparpajo es una virtud que muchas selecciones quisieran tener.

Centrando el foco en los futbolistas destaco en primer lugar a Messi. El argentino está ante su gran asignatura pendiente tras una mala temporada con el Barcelona. Seguro que el reto motiva a Leo. Neymar, que llega en una situación relativamente parecida a la de Leo, siendo además pieza principal de la anfitriona. Bacca, ante la ausencia de Falcao tendrá seguramente su oportunidad. Ha sido el año de su explosión como futbolista, lo que unido a la experiencia obtenida en nuestra liga y el título continental logrado con el Sevilla le ponen en una inmejorable situación de cara al mundial. Modric, futbolista fundamental en el Real Madrid y en la selección croata. Seguro que dejará su sello en Brasil. Y finalmente Keylor Navas. Si continúa al nivel que ha demostrado durante toda la temporada en la portería del Levante, será sin duda una de las grandes sensaciones del mundial.

Finalmente creo que es indispensable citar brevemente el apartado arbitral. El criterio a seguir por los colegiados en la competición, puede marcar hasta cierto punto, las posibilidades de lograr buenos resultados en la competición. Ojo, no hablo de buenos o malos arbitrajes ni de errores, hablo de criterio.

Un ejemplo es que desde España se ha alzado la voz pidiendo cuidar el baremo en la reiteración de faltas. Es obvio que a  los equipos desequilibrantes, con mucha posesión de balón y que reciben faltas con cierta asiduidad, le interesa una arbitraje más severo o restrictivo. Todos nos acordamos de la final del pasado mundial ante Holanda, cuyo arbitraje permisivo en el contacto perjudicó a nuestra selección, aunque felizmente lográramos levantar por primera vez el título.

Para acabar sólo me queda decir que espero que cada uno de los lectores de 20minutos disfrutéis de estas semanas de fútbol en estado puro, tanto o más de lo que lo haré yo. Iremos desgranando a través de este canal todo lo que acontezca alrededor de la selección española, que espero que sea mucho y fructífero. Bienvenidos a Brasil 2014.