Está visto que este año Denver Nuggets va en serio. Después de juntar al polémico Allen Iverson con Carmelo Anthony en el mismo vestuario, la unión de las dos grandes estrellas parece haber tomado ya el rumbo correcto. Anoche lo sufrió otro de los gallitos, LeBron James. Sus Cavaliers poco pudieron hacer para frenar al dúo rival (122-100), que ayer contó con el apoyo de J. R. Smith.

Los números de Iverson, funambulista entre la delincuencia y la genialidad, fueron concluyentes: 37 puntos, ocho asistencias, tres rebotes y dos recuperaciones de balón. LeBron, 19 puntos en su haber, le aguantó hasta el descanso; a partir de ahí, Denver ya fue inalcanzable. Carmelo, íntimo de James, terminaría con 22 puntos.

Los Nuggets marchan ya segundos en su división, sólo por detrás de Utah Jazz. Ellos también tienen a una figura superlativa, Carlos Boozer, que lo mete todo: ante los Kings (117-93), 32 puntos y diez rebotes fueron sus números, suficiente si los mantiene para aspirar a terminar como el jugador más valioso de la NBA.

La jornada siguió hablando de estrellas. Vince Carter, una venida a menos, tiene un esguince de tobillo que le mantendrá doce días sin jugar con los Nets de Nueva Jersey. Fue conocerlo y su equipo notó el efecto: derrota ante los Hornets (82-84).

Y muy poco más, pues el resto de equipos descansaron, como Boston, el único que aún no ha perdido un partido. Bird, McHale y Parish estarán orgullosos.