Iker Casillas continúa sometiéndose a diversas pruebas médicas para ver si puede volver a jugar. El guardameta del Oporto evoluciona favorablemente del infarto que sufrió el pasado mes de mayo y que le obligó a alejarse de los terrenos de juego de manera temporal.

El conjunto luso le incluyó en la lista para la temporada 2019-20 pero es pronto para saber si el portero podrá volver a vestirse de corto y, por el momento, forma parte de la directiva del club atendiendo a tareas deportivas.

El propio Casillas informó de sus últimas pruebas médicas en sus redes sociales, asegurando que “todo va despacio pero tiene que ser así. Calma y avanzando poco a poco”.

El guardameta destaca que “todas las barreras se tienen que superar. No hay obstáculo. Tú mente debe estar limpia” y finaliza asegurando que “no quiero ser ejemplo de nada. ¡Sigamos con esta pelea!".

Casillas se someterá a nuevas pruebas en diciembre y, en caso de que los resultados fueran favorables, podría volver a jugar apenas siete meses después de sufrir el infarto.