El accidente de Lewis Hamilton (McLaren) está olvidado y, a menos que las pruebas médicas den algo inesperado, estará en la carrera. El único problema que le va a dar al británico es que saldrá mucho más atrás de lo esperado en la parrilla de salida.

Hamilton estuvo en un hospital para hacerse exámenes más profundos y esperar poder estar en la carrera. El inglés ha estado en observación y el domingo por la mañana se espera que los médicos le autoricen pilotar. Los galenos mandan, pero a Hamilton ya se le ha visto en el paddock como uno más.

"Estoy completamente bien, pero aún no sé si podré correr. Todo el mundo me ha cuidado muy bien. Sabemos lo que causó el accidente y estoy contento de que no haya pasado nada. Espero poder correr mañana", aseguró el británico en declaraciones facilitadas por el equipo.

Ron Dennis, jefe del equipo, señaló: "Lo más importante es que Lewis está bien. Cuando sepamos el resultado de los exámenes a los que se va someter sabremos si podrá correr mañana".

"Como es norma habitual, la autorización final la debe dar mañana por la mañana Gary Hartstein, delegado médico de la FIA", apunta el equipo en una nota de prensa.

¿Desde dónde saldrá?

McLaren ha informado de que si Hamilton recibe la autorización médica lo hará desde el décimo puesto de la formación de salida, y no desde boxes, como llegó a plantearse por los arreglos que debe hacer.

"Si puede competir, saldrá desde el décimo puesto" y, lógicamente, con la misma cantidad de combustible que el equipo le suministró antes de afrontar la tercera y última ronda de la sesión de clasificación.