Guti lanza al Madrid

Los blancos ya son segundos. Remontaron al Sevilla con la entrada del centrocampista, que dio los 3 goles.
Cicinho golpea el rostro del sevillista Puerta al intentar despejar el balón, una muestra del disputadísimo partido de ayer en el Bernabéu.(EFE)
Cicinho golpea el rostro del sevillista Puerta al intentar despejar el balón, una muestra del disputadísimo partido de ayer en el Bernabéu.(EFE)
Cicinho golpea el rostro del sevillista Puerta al intentar despejar el balón, una muestra del disputadísimo partido de ayer en el Bernabéu.(EFE)
Santiago Bernabéu: 75.000 espectadores

R. Madrid Casillas, Cicinho, Ramos, Cannavaro, Torres (Helguera, min 57), Emerson, Diarra, Beckham, Raúl (Guti, min 57), Robinho y Van Nistelrooy.

Sevilla Palop, Alves, Aitor Ocio, Escudé, Dragutinovic, Renato (Hinkel, min 65), Poulsen, Maresca, Puerta, Kanouté y Kerzhakov (Chevantón, min 71).

Goles 0-1 (min 42): Maresca. 1-1 (min 63): Van Nistelrooy. 2-1 (min 77): Robinho. 3-1 (min 86): Van Nistelrooy. 3-2 (min 90): Chevantón.

Árbitro Pérez Burrull (C. Cántabro). Amonestó a Torres, Ramos, Beckham, Hinkel, Chevantón. Expulsó a Luis Fabiano, Ocio y Robinho.

Tan complicado que parece el fútbol y muchas veces es pura lógica: si juegas bien, pues se gana. Es lo que sucedió ayer en el duelo de candidatos a disputarle la Liga al Barcelona. Real Madrid  y Sevilla jugaron un partidazo que tenía color sevillista hasta que Capello le dio al coco: ¿quién juega al fútbol en este equipo? Guti. El centrocampista salió al campo en la segunda parte y disparó desde sus botas la reacción del Madrid: dio los tres goles y deja a su equipo segundo y máximo rival del Barça, a dos puntos.

Hasta que Guti monopolizó el partido, el Sevilla ganaba merced a un golazo de Maresca en la primera mitad, y sobrevivía gracias a su buena disposición táctica. Su rival, mientras, percutía con la ley del mínimo número de pases para llegar al área: le bastó para cercar el gol.

Y así, con la segunda mitad creciendo, Guti saltó al campo y volvió loco al Bernabéu, algo inaudito en el teatro de La Castellana: pase a Van Nistelrooy en el empate, servicio a Robinho para el 2-1 y apertura a Ramos que daría lugar al 3-1 de Van Nistelrooy, en vena.

Tampoco el árbitro faltó al espectáculo, contribuyendo con la expulsión más absurda que se recuerda: Robinho vio dos tarjetas, una por quitarse la camiseta al celebrar el gol y otra por festejarlo junto al público.

Van Nistelrooy ya es pichichi

Lo dijo Fabio Capello hace unos meses: «Si Van Nistelrooy es pichichi, ganamos la Liga». Por el momento, la primera premisa se cumple, pues, con los dos goles que marcó ayer el delantero holandés, se aupó al primer puesto en la lista de goleadores de Primera, con 20 tantos ya en su haber.

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