Guerra abierta entre los candidatos a la presidencia del Barça... y todo con Joan Laporta, que aún es presidente culé, de por medio.

Hace unos días, Marc Ingla acusó a Sandro Rosell de pertenecer a una trama de corrupción. Por ello, Rosell anunció poco después que interpondrá una demanda contra Ingla por acusarle de estar "encausado" en un presunto caso de corrupción en la organización de un partido de la selección brasileña.

"El señor Ingla se ha pasado de la raya. Interpondremos una demanda para defender nuestro honor", dijo Rosell. Ingla alegó que lo había "leído en 'google'. Si Rosell quiere hacer un concurso de querellas, porque también ha dicho que va a querellarse contra el presidente saliente y que ha refundado el club desde 2003, que se enfoque y explique su proyecto".

Pero en esta guerra entra también Joan laporta, que defiende la candidatura de Jaume Ferrer. Laporta se une a las palabras de Ingla y también acusa a Rosell de este supuesto caso de corrupción. "Este candidato que pide que no se haga juego sucio es el primero que lo está haciendo, al menos en Brasil. Como generan (sus empresas) ciertas sospechas, resulta que las tiene que vender. Hace cierto 'tufo' a incompatibilidad".

Ahora es Ingla quien ha contestado al propio Laporta, que le lanzó varios dardos envenenados durante la presentación de la candidatura continuista de Jaume Ferrer diciendo que, en momentos complicados, Ingla se escondía y buscaba protección. "No me escondo nunca. Sí que es verdad que soy ingeniero de formación y analizó muy bien cada escenario. En general, creo humildemente que me equivoco pocas veces, lo que pasa que tengo un carácter más reflexivo y analítico. Como presidente hace falta tomar decisiones bien pensadas y teniendo en cuenta los pros y los contras", manifiesta Ingla.

El último en formar parte de este entramado de acusaciones es Jaume Ferrer. El candidato acusó a sus 'colegas' de campaña de no creer en la cantera del Barça. "Hay que seguir en esta línea de éxitos deportivos con cantera, Guardiola y Begiristain. Este Barça es el que tenemos que continuar. Hace poco, los chicos de la Masia no podían subir. Digamos la verdad, no todos los candidatos creen en La Masía, creen en proyectos de fichajes, que lo digan. Hay otros modelos, respetables, pero no es el nuestro, que yo me comprometo a defender. No todos los candidatos creen o han creído en la faceta solidaria, en llevar Unicef en la camiseta", dijo.

Aún queda dos semanas para las elecciones del Barça (el 13 de junio) y la guerra dialéctica no parece tener fin.