El equipo olímpico de Gran Bretaña celebró este domingo en Río de Janeiro lo que la prensa de las islas ha bautizado como el 'Super Sunday', un día histórico para su olimpismo en el que la delegación británica (una de las cuatro que ha participado en todos los Juegos de la historia) logró cinco medallas de oro y dos de plata, preseas que la catapultaron a la segunda plaza provisional en el medallero.

El gran héroe de la jornada fue el gimnasta Max Whitlock. Este joven de 23 años logró dos oros en las pruebas de caballo con arcos y suelo, preseas que suma al bronce logrado días atrás en la competición general por aparatos. En una de las pruebas, la de caballo con arcos, Whitlock estuvo acompañado en el podio por su compañero Louis Smith, que logró la plata.

Este domingo se dirimió además el torneo de golf, que coronó al británico Justin Rose como primer campeón olímpico de este deporte en 112 años. El golfista de 36 años (nacido en Sudáfrica) se llevó el triunfo en el último hoyo, en una estrecha pugna con el sueco Stenson.

Otro héroe británico fue Andy Murray. El tenista escocés se enfrentaba al argentino Juan Martín del Potro en la final individual, con el objetivo de convertirse en el primer hombre en ganar dos oros olímpicos de tenis. Tras un agónico partido, el de Dunblane batió al gigante tandilense y reeditó su oro de Londres 2012.

El quinto oro lo consiguió Jason Kenny en la prueba de sprint (ciclismo en pista), alargando el férreo dominio del equipo británico en esta modalidad. De hecho, la plata fue para el escocés Callum Skinner. La guinda del día la puso el windsurfista inglés Nick Dempsey, que repitió la plata que logró en Londres en la categoría RS:X.

Estas medallas pusieron a Gran Bretaña segunda del medallero (15 oros, 16 platas y 7 bronces), superando a China.