El Gobierno está en contra de que LaLiga dispute partidos fuera de España. Así se lo ha explicado este miércoles en persona el presidente del ejecutivo, Pedro Sánchez, al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, con el que se ha reunido en el Palacio de la Moncloa. También se han abordado otros asuntos, como las condiciones laborales de los árbitros y la posible candidatura española a organizar la Eurocopa 2028.

La FIFA tampoco ve con buenos ojos la iniciativa de Javier Tebas. LaLiga anunció hace unos días que el primer partido elegido para este proyecto de expansión internacional de su marca es el Girona-Barcelona de la jornada 21, previsto para el 26 de enero en Miami (Florida).

En la reunión de Moncloa participó el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, que también está en contra de la idea. La pelota está ahora en su tejado, después de que el martes LaLiga, el FC Barcelona y el Girona FC solicitaran permiso a la RFEF mediante una carta. En ella piden una respuesta antes del 5 de enero, tres semanas antes del partido.

Por el momento, la RFEF ha buscado el paraguas de la FIFA, que está hablando con otros dos actores que deben autorizar el partido: la CONCACAF (Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol, a la que pertenece Estados Unidos) y la liga profesional norteamericana, la Major League Soccer (MLS). La postura inicial de ambas es oponerse, pues lo consideran una invasión.

Tras la reunión, Rubiales ha volado a Nueva York. Tiene por delante un viaje de seis días y una agenda en la que figuran reuniones con patrocinadores, la CONCACAF y la MLS. También una intervención en la sede de Naciones Unidas para hablar de valores deportivos, en su condición de miembro de la Fundación Francisco.