Alberto Contador será el rival a batir en la 98 edición del Giro de Italia, que se disputará del 9 al 31 de mayo de 2015 y cuyo recorrido oficial, con dos contrarrelojes, una de ellas por equipos y otra larga de 59,2 kilómetros, y la ascensión al mítico Mortirolo, así como un homenaje a Ferrari en un etapa en Imola, se ha presentado este lunes en Milán.

El campeón de la pasada Vuelta a España fue uno de los focos de atención en el Milan Palazzo del Ghiaccio junto al australiano Cadel Evans, que recibió un homenaje por su carrera, los 'locales' Fabio Aru (Astaná) e Ivan Basso, dos veces triunfador, el colombiano Rigoberto Urán, segundo en las dos ediciones últimas, y el reciente campeón del mundo en Ponferrada, el polaco Michal Kwiatkowski (Omega Pharma-Quick Step). En cambio, se ausentó el último ganador del Giro, el colombiano Nairo Quintana, quien se recupera en su país de las secuelas de la caída que sufrió en la Vuelta a España y que ya ha anunciado que su intención el próximo curso es renunciar a la 'corsa rosa' para estrenar su palmarés en el Tour de Francia.

Una contrarreloj por equipos, la de la primera etapa entre San Lorenzo al Mare y Sanremo (sobre 17,6 kilómetros), y otra individual de casi 60 kilómetros entre Treviso y Valdobbiadene, en la decimocuarta etapa, serán el contrapunto a las cinco etapas de 'alta montaña' y siete de 'media montaña en los Dolomitas y los Alpes. Los velocistas tendrán su opción en siete jornadas llanas, aunque algunas ofrecen terreno para emboscadas y movimientos. Un Giro más humano, pero también más nervioso. El Giro recupera su final en Milán, tras dos ediciones con otros finales; el punto final a una carrera que recorrerá 3.481 kilómetros y que ofrece unos 43.000 metros de desnivel positivo acumulado. Dos jornadas, la séptima entre Groseto y Fiuggi (sobre 263 kilómetros) y la decimonovena con final el alto en Cervinia (sobre 236), cobran relevancia por su longitud.

Los siete finales en alto en los que Contador podría disputarse el podio con el resto de escaladores en Abetone (5.ª etapa), Campitello Matese (8.ª), Vicenza (Monte Berico, 12.ª), la estación de esquí Madonna di Campiglio (allí donde estalló el 'caso Pantani' en 1999, en la 15.ª jornada), Aprica ( 16.ª), Cervinia (19.ª) y Sestriere (20.ª) , ésta última en la jornada previa al final y con la cima Coppi, el Colle delle Finestre (2.178 metros) y sus kilómetros sin asfalto, previamente.

Sobre el recorrido de la próxima edición, Contador destacó  que es un Giro “diferente a los que he corrido antes, con una crono que hacía tiempo que no se veía, un poco atípica en el Giro. Los siete finales en alto marcarán la carrera. No hay tantos puertos con rampas imposibles, aunque quedan algunos importantes, entre otros, el Mortirolo. Es un Giro bastante compensado, tal vez algo menos duro que en otras ocasiones”. Más que decir que la carrera se adapta a él o al contrario, Alberto dijo que en una prueba de tres semanas, “los que se tienen que adaptar al recorrido somos los corredores. Si hubiera podido elegir no hubiera puesto una crono como la que hay, pero no puedo hacer otra cosa que prepararme al máximo e intentar hacerlo lo mejor que pueda”.