Ganador de dos etapas en la pasada Volta a Catalunya, el ciclista belga Gianni Meersman (Omega Pharma) confirmó este 2013 como su gran año (de momento) al apuntarse su tercera victoria del curso en la primera etapa en línea del Tour de Romandía, una jornada de 176 kilómetros entre Saint Maurice y Renens que se resolvió con una llegada masiva y tras la que el británico Chris Froome retuvo su liderato sin excesivos apuros.

Nunca desde su salto al profesionalismo, en 2007 de la mano del Discovery Channel, Meersman había superado los dos triunfos por campaña en sus mejores años. A los 27 ha dado un pasito más en su consideración como hombre rápido, ayudado por unas nóminas de sprinters no especialmente lustrosas tanto en la Volta como en la carrera suiza. La jornada de este miércoles no era especialmente propicia para una llegada masiva por la presencia de tres puertos durante el recorrido. Mimbres para algún tipo de movimiento si hay interés, con una última cima a 41 kilómetros.

Más de allá de escarceos sin vinculación con la general, salvo acaso un  movimiento de Pierre Rolland (el ciclista del Europcar causó furor especialmente en 2011 con su gran Tour de Francia) en el último puerto, el Coll de Mollendruz, el protagonismo español recayó en Garikoitz Bravo, un joven y prometedor ciclista del Euskaltel que formó parte del trío que rodó en cabeza durante buena parte de la jornada. Coronando primero los otros dos puertos, Bravo se ganó el derecho a lucir el primer jersey de líder de la montaña.

Que la voluntad del pelotón era la del sprint lo dejó claro el control del Sky con sus apariciones periódicas y, a medida que se acercaba el final, la aparición del Lampre, el Team Blanco, el Cannondale, el Astaná y también, claro, el Omega Pharma de Meersman. Dominos que amargaron los tardíos intentos del francés Roy (Française des Jeux) o el italiano Moreno Moser, el otro gran talento de futuro del Liquigas y un hombre muy rápido. Moser, una vez cazado, no se involucró en el sprint.

Este jueves se disputará la segunda jornada entre Prilly y Grandes, de 177 kilómetros y los altos de Chaumont, de segunda categoría y Olagne (de tercera.) cuya cima esta a una veintena de kilómetros de la línea de meta. Más cerca. Más seductora. Aunque no tanto como la exigencia que plantea la etapa del sábado. Froome sigue líder y Alejandro Valverde, octavo, se mantiene como la primera baza española para la general.