La última bala de la generación de oro del fútbol español

Lo han ganado todo y más. Lo que jamás soñó nuestro país, dominar el fútbol mundial, lo ha conseguido una generación inigualable pero que ya empieza a ver cercano su final y que tiene en Brasil el escenario perfecto para despedirse a lo grande. Qué mejor que una victoria en el país del fútbol para cerrar el ciclo de una selección de leyenda.

Todo empezó en 2008. El recientemente malogrado Luis Aragonés llevó a cabo una idea loca, confiar en unos tipos bajitos y físicamente no muy dotados para intentar ganar una Eurocopa.

Veníamos del éxito de la aguerrida Grecia cuatro años antes, basado en una defensa impresionante y un balón parado demoledor con el que sorprendió a todos y logró el éxito en la Eurocopa de Portugal. Y del triunfo de Italia en el Mundial de 2006. La Italia de Cannavaro, mejor jugador del Mundial y Balón de Oro. Un central rodeado de una temible defensa y un aguerrido centro del campo había sido capaz de dominar el mundo del balompié.Eurocopa de 2008

Por todo ello tiene más mérito si cabe la apuesta realizada por el Sabio de Hortaleza. Apostó por Xavi, por Iniesta, por Silva y por Cesc, respaldados únicamente por un jugador de origen brasileño cuya mayor virtud era la técnica, no el físico: Marcos Senna.

Xavi fue el mejor jugador de aquella Eurocopa. Suyo fue el ritmo de cada partido, se jugó siempre a lo que él quiso. Luis le dio confianza tras un año muy difícil en el Barça y el mediocentro le respondió dando por fin lo que tanto tiempo había apuntado y nunca se había atrevido a destapar.

Iker Casillas fue el héroe de los cuartos, la eterna barrera psicológica de la selección, el muro imposible de rebasar desde 1984. Fernando Torres, el eternamente cuestionado, marcó el gol decisivo, el más celebrado del fútbol español (hasta que Iniesta dos años después...). Villa fue el máximo realizador del torneo, el desatascador de partidos. Iniesta y Silva pusieron la magia, por fin se sintieron importantes y fueron capaces de mirar a los jugadores de otras selecciones. Puyol se consagró como uno de los defensas más completos del mundo. Y Ramos apuntaba lo que posteriormente llegaría a ser.

Del Bosque tocó poco para el Mundial de 2010. No era necesario. Sus novedades, el doble pivote en el centro del campo y las caras nuevas de Pedro y Busquets, ambos con apenas un año de experiencia en Primera. Se discutió al principio, hubo que rendirse a la evidencia después. El bloque español volvió a triunfar, esta vez con Villa como estrella e Iniesta como héroe, y el sueño de levantar la Copa del Mundo se hizo realidad.

Con todo ya conseguido, el reto era para a ser un mito. La mejor selección de la historia del fútbol. La Eurocopa de Polonia y Ucrania fue la confirmación de un equipo superior a los demás, que dominaba los partidos con puño de hierro y que era casi imposible de doblegar. Nunca antes una final había acabado con un resultado tan rotundo como el 4-0 que España le endosó a Italia.

Pero todo lo bueno llega a su fin. Todo apunta a que muchos de los jugadores que fueron grandes protagonistas del orgasmo continuo del fútbol español dejarán paso más pronto que tarde a sus sucesores. Algunos de ellos lo han ido haciendo durante estos años, otros podrían hacerlo después del Mundial de Brasil, algunos más seguirán unos pocos años más.

Puyol es el primer jugador emblemático de esta generación que ha tenido que despedirse de la selección. Las lesiones han pasado factura al capitán del Barça y ya no pudo ir a la pasada Eurocopa y tampoco acudirá al Mundial. Su adiós a la selección ha sido silencioso, como su labor en este equipo. Para la historia quedará aquel cabezazo que tumbó a la poderosa Alemania en las semifinales de Sudáfrica.Casillas y Robben

No es el único al que el paso de los años le ha ido haciendo perder su sitio en su club y, como consecuencia, en la selección. David Villa y Fernando Torres ya no son aquella demoledora pareja de 2008, y sus cifras goleadoras están lejos, muy lejos, de las de aquellos maravillosos años. Han perdido relevancia poco a poco, cada año algo más, y su presencia en Brasil es más que incierta. Otros delanteros les han tomado la delantera.

Pero si hay tres emblemas de este equipo, estos son Xavi, Casillas e Iniesta. Xavi Hernández es el estilo, la referencia. Si hablas de fútbol de toque, la figura del jugador del Barça es la primera que te viene a la cabeza. Cuidar el balón, no perderlo, arriesgar lo mínimo, tener paciencia con él, desesperar al rival, acorralarlo, esa ha sido la filosofía de esta selección y Xavi su mayor representante, el que mejor lo ha interpretado. Los años pasan, Xavi llegará a Brasil con 34 años y todo apunta que será su despedida de la selección española. Ya no tiene la frescura física de su plenitud, le cuesta bajar a defender cuando la situación lo requiere, y su velocidad de pase ha disminuido, todo eso es un hecho, pero la calidad la mantiene intacta y Del Bosque triunfará o morirá en Brasil con él en el campo.

Casillas está viviendo una temporada de lo más extraña. Si a la Eurocopa de 2012 llegó como el indiscutible mejor portero del mundo, muchas cosas han cambiado en dos años. Acabó la temporada pasada suplente en el Real Madrid tras una guerra fría con Mourinho y en esta solo es titular en Champions y Copa, por lo que llegará con pocos partidos pero con la confianza al máximo tras volver a su mejor nivel.

Brasil no tiene porqué ser su despedida de la selección, para un portero aún es pronto, pero da la sensación de que el 'casting' para ser su sustituto se empieza a abrir tras la cita mundialista.

Iniesta es la tercera pata, el talento silencioso, el del milagroso gol a Van der Sar que dio un Mundial. Ha acabado a gran nivel la temporada, pero ha tenido demasiados altibajos durante ella. Llegará al Mundial con 30 años, por lo que aún le queda alguna temporada más de fútbol a un alto nivel, pero al igual que en los demás casos, perderá protagonismo progresivamente y cuando nos queramos dar cuenta no será el jugador indiscutible que es ahora. Puede ser en dos años o quizás en cuatro, pero su relevo debe ser preparado desde ya.

Xabi Alonso también está ante la que posiblemente sea su última gran cita, mientras que  a nombres importantes como Álvaro Arbeloa o Víctor Valdés les queda poco tiempo acudiendo a la selección.

Relevo generacional asegurado

Una vez que el relevo deberá producirse, la pregunta es obvia. ¿Hay calidad suficiente para mantener los logros de la selección? Difícil decirlo. Ganar dos Eurocopas y un Mundial (al menos) es algo casi imposible de repetir, por mucha calidad que haya en los sucesores, que la hay.

España es la actual campeona de Europa sub-21, título que ha logrado en dos ocasiones consecutivas, y ha encontrado un modelo al que aferrarse. Jugadores de calidad, que quieren dominar en cada partido y con el fútbol de toque y de ataque como seña de identidad.

Sin olvidar que aún hay jugadores a los que les queda mucho fútbol en sus botas, tres nombres saltan a la palestra como sucesores naturales de los Xavi o Casillas:

-  Thiago Alcántara. Llamado a ser el relevo natural de Xavi en el Barça, ha tenido que emigrar ante la falta de oportunidades. Varios problemas con lesiones le han impedido tener continuidad, pero Guardiola le ha dado el mando del equipo cuando ha estado disponible. Un jugador de fantasía, con pases que solo él ve y una calidad innata. Mucho ojo también con su hermano Rafinha, cedido esta temporada en el Celta y que volverá al Barça a consagrarse definitivamente.Europeo sub-21

- Koke. El mando del Atlético de Madrid ya es suyo. Koke ofrece algo diferente, pues a su calidad y visión de juego une una capacidad de sacrificio extraordinaria que le convierten en uno de los centrocampistas más completos de la actualidad.

- De Gea. Esperando para tomar el relevo de Iker Casillas está David de Gea. La lesión de Valdés le abre las puertas del Mundial, ocasión perfecta para que vaya cogiendo confianza y conociendo los entresijos de la selección. La portería de España será suya más pronto que tarde.

- Isco. Es puro talento. El malagueño desprende arte en cada gesto, en cada amago, y es el sucesor natural de talentos como Silva e Iniesta. Esta aprendiendo a complementar su arte con el trabajo y la disciplina táctica.

- Jesé. Apunta a estrella. Empezó la temporada sin minutos en el Madrid y acabó convirtiéndose en alguien fundamental eclipsando por momentos a nombres como Benzema o Bale. Una durísima lesión le ha hecho perderse el último tramo de la temporada, pero si su rodilla se recupera al 100% será una pieza clave en el futuro de la selección.

- Carvajal. Los problemas en el lateral derecho parecen tocar a su fin. La lesión de Arbeloa le abrió el camino a Carvajal y el canterano blanco le ha dado una patada a la puerta demostrando su altísimo nivel en partidos de la máxima exigencia. Podría ir ya a Brasil.

El gran problema, sin duda, el centro de la zaga. A Ramos y Piqué aún le quedan varias temporadas a su teórico máximo nivel, pero preocupa la escasez de buenos centrales en el fútbol español.

Eso es el futuro, pero ahora el reto de esta selección es conseguir lo que nadie antes ha conseguido: ganar dos Mundiales seguidos. Ser la mejor selección de la historia.

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