Las gemelas Alayeto: "Se ha evolucionado, pero las mujeres cobramos bastante menos"

  • Las gemelas Mapi y Majo Sánchez Alayeto recuperaron el número 1 del pádel femenino después de su victoria el pasado fin de semana en el WPT de Barcelona.
  • Admiten el avance del circuito femenino pero recuerdan que solo pueden vivir de este deporte gracias a los patrocinadores, no a los campeonatos.
  • "El público llena las gradas en el pádel femenino, es demandado".
Las gemelas Majo y Mapi (detrás) Sánchez Alayeto, jugadoras de pádel.
Las gemelas Majo y Mapi (detrás) Sánchez Alayeto, jugadoras de pádel.
ELENA BUENAVISTA
Las gemelas Majo y Mapi (detrás) Sánchez Alayeto, jugadoras de pádel.

Las Gemelas Atómikas vuelven a dominar el pádel femenino. Su victoria el pasado fin de semana en el WPT de Barcelona les hizo recuperar el cetro mundial después de haberlo perdido la temporada pasada, aunque Majo y Mapi Sánchez Alayeto están tan centradas en lo suyo que aseguran: "cuando llegamos al 1 ni lo sabíamos, nos avisaron después. No nos fijamos en el ranking".

Su historia no es la clásica del deporte de élite, con dos niñas empezando a una edad temprana y triunfando desde muy jóvenes. "Empezamos a jugar en el circuito en 2009, teníamos casi 25 años entonces. No se nos dio mal, la gente decía que teníamos cualidades y entonces decidimos venir a Madrid, entrenar más y poner los medios para ver si podíamos llegar arriba", cuentan a 20minutos.

No fue una decisión fácil, desde luego. Majo vivía en Zaragoza, Mapi en Las Palmas, y ambas tenían trabajo, pero se la jugaron. "Fue dejar todo para empezar de cero y probar suerte, pero el que no arriesga no gana".

Desde luego que se puede decir que su apuesta les salió pero que muy bien, pues como las propias gemelas cuentan "solo cinco o seis parejas femeninas pueden vivir de esto, gracias a los patrocinadores (la marca de pádel Star Vie en su caso) que tenemos".

"La evolución ha sido muy grande desde que entró el WPT hasta ahora, y también desde que lo lleva Estrella Damm se ha evolucionado muchísimo. Pero las mujeres cobramos bastante menos que los hombres", denuncia Mapi. Eso sí, agradecen que "se haya apostado por un circuito femenino, podrían haber dicho ‘las mujeres no interesan’. Se está trabajando para que las condiciones vayan mejorando y cada vez sean más parecidas entre mujeres y hombres. Como en todos los deportes, el pádel femenino va un pasito por detrás".

Las gemelas también destacan el arraigo que tiene el pádel entre las mujeres, y el femenino en particular entre el público. "A nivel amateur, ves muchísimas mujeres, cosa que en otros deportes no pasa. El público llena las gradas en el pádel femenino, es demandado, hay gente que le gusta más el padel femenino porque es vistoso, rápido y atractivo sin ser el ‘pim pam pum’ del masculino".

Ser gemelas es algo que saben que les da una ventaja sobre sus rivales, "tenemos mayor compenetración, nos entendemos mejor", pero reconocen que "hay que controlar la confianza que tenemos. Tenemos muchos piques en los entrenamientos, pero en competición nos controlamos porque sabemos que no lleva a ningún lado. Eso sí, no somos rencorosas, se queda siempre en la pista".

Mapi y Majo no solo juegan juntas al pádel, también estudian otra carrera (son licenciadas en Trabajo Social). "Estudiamos Ciencias de la actividad física del deporte en Zaragoza, creemos que vamos a acabar ligadas a este mundillo, bien del pádel bien del deporte", explican sobre su futuro.

Ahora, entre los estudios y el pádel, apenas tienen tiempo libre. Es el precio a pagar por ser las mejores del mundo.

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